Primera
Lectura
Meditación
Cuando
leemos el AT nos encontramos con nuestra propia historia, con la historia de un
pueblo que, como nosotros, pasa del pecado al arrepentimiento, pero que siempre
queda en peligro de volver a retroceder y serle infiel a Dios. En esta hermosa
oración de Esdras podemos ver este continuo dilema del hombre y la infinita
misericordia de Dios.
Es
la invitación constante de Dios a permanecer fiel, a recordar todas sus
bondades y su amor por nosotros y a construir una historia de amor con él.
Ciertamente hemos pecado, no mereceríamos nada de parte de Dios, pues son
tantas nuestras faltas, sin embargo, Dios es mucho más grande y mucho más
misericordioso que todos nuestros pecados juntos.
Busca
a cambio un corazón generoso que se aparte de los ídolos (imagen de lo que
sustituye a Dios) y que lo ame con todo el corazón y por sobre todas las cosas.
No tengas miedo de reconciliarte con Dios, no hay pecado que sea más grande que
su misericordia. Una vez perdonado busca amarlo con todo tu corazón.
Oración
Dios mío, desde el tiempo de nuestros padres
hasta el día de hoy, en mi familia hemos pecado gravemente y por nuestros
pecados hemos estado privados de tu presencia. Pero ahora, Señor, te has
compadecido de nosotros y nos has traído hasta ti, Dios nuestro, has iluminado
nuestros ojos y nos has reanimado un poco en medio de nuestra esclavitud.
Acción
Hoy haré un examen de conciencia profundo y
si es necesario, acudiré a la confesión.
EL
EVANGELIO DEL DIA
Reflexión
En el mundo consumista y tecnificado de
nuestros días buscamos que, incluso la evangelización, caiga bajo los mismos
criterios. Hoy poca importancia se le da a la acción del Espíritu Santo en la
vida de la conversión y del Reino.
Jesús es claro cuando invita a sus seguidores
a no poner su confianza en las cosas del mundo. El cristiano debe poco a poco
habituarse a caminar solo con la gracia de Dios. A depender totalmente de él.
Nuestro Dios es un Dios excelente, un Padre amoroso que siempre está al
pendiente de nuestras necesidades (incluso de las más pequeñas).
Por lo tanto, no debemos dejar que las
preocupaciones de nuestro día nos agobien. Esfuérzate en hacer bien lo que de
acuerdo a tu vocación y estado te corresponde; anuncia con tu vida y con tu
ejemplo el Evangelio y deja que Dios provea todas tus necesidades.
Shalom!
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