domingo, 17 de septiembre de 2017

EL EVANGELIO DEL DÍA

Primera Lectura

Meditación

El rencor y la ira son pasiones humanas propias del pecado, que llevan a la venganza, y la venganza es una cosa que abomina al Señor. En cambio el perdón y la misericordia son actos propios de aquel que ama a Dios, que ama a su prójimo y que guarda los mandamientos. La Sabiduría nos invita a practicar la misericordia –porque con ello imitamos a Dios– y el perdón –porque el que sabe perdonar, se aproxima entrañablemente a la grandeza de Dios. Así lo da a entender Pablo, cuando dice que vivimos y morimos para el Señor, que en todo somos para el Señor; es decir, que así como Cristo murió y resucitó por nuestra salvación, el cristiano tiene que afrontar un reto: “desvivirse” por los demás, no sólo como solidaridad, sino como “donación” absoluta.

EL EVANGELIO DEL DIA

Reflexión

Cuando Jesús hace énfasis en “setenta veces siete”, lo hace para resaltar que no hay que contar las veces que se ha de perdonar. Dios, desde luego, no lo hace. Él se compadece ante la súplica de sus hijos con una misericordia sin límites, que perdona hasta el infinito. No pasa lo mismo con nosotros, que somos despiadados y duros de corazón. Somos comprensivos con nosotros mismos, y así queremos y así exigimos que sea Dios con nosotros, pero no hacemos lo mismo con los hermanos. Por eso, la famosa frase “perdono, pero no olvido”, no es ni divino ni evangélico. Es, por el contrario, el empobrecimiento más grande del corazón y del alma humana.

Jesús nos dice: “No juzgues y no serás juzgado, no condenes y no serás condenado. Perdona y serás perdonado”.

Oración: Señor Jesús, ayúdame a reconocer y a pedir perdón con un corazón humilde. Dame la gracia de perdonar a los demás como tú me perdonaste a mí.

Amén.


Shalom!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario