Primera
Lectura
Meditación
En
este inicio de la carta a su querido amigo y compañero de evangelización, san
Pablo reconoce que no es por sus méritos el que Dios lo haya escogido, sino por
la gran misericordia del Padre.
Este
aspecto de la vida apostólica es muy importante, ya que algunos hermanos no
toman parte activa en la evangelización o en el trabajo pastoral de sus
Iglesias por el hecho de no sentirse dignos o capacitados para hacerlo. Debemos
recordar que esto es una gracia y que a Dios no le importa lo que hayamos sido
antes de nuestro encuentro con Jesús. Dios sabe que si no lo conocemos,
difícilmente podremos amarlo y servirlo.
Pero
una vez que lo hemos conocido, y que estamos buscando con todo nuestro corazón
el amarlo, Dios nos da todas sus gracias y su amor para poder ayudarle en la
construcción del Reino. Seamos disponibles y abrámonos a la infinita
misericordia de Dios.
Oración
Señor,
quiero servirte y ser instrumento tuyo para la salvación de mis hermanos y para
el consuelo de los que viven sin la esperanza de la vida en ti. Dame el
privilegio de ser un siervo tuyo y envíame a donde tú lo desees.
Acción
Hoy
repetiré constantemente durante el día: "Envíame a mí, Señor".
EL
EVANGELIO DEL DIA
Reflexión
Podríamos imaginar lo que sentiría una mamá
si, en el día del bautismo de su hijo, después de escuchar lo hermoso que es y
de anunciarle que este niño será realmente alguien grande dentro de su pueblo,
le dijeran: "y a ti una espada te atravesará el alma".
Pues esta es la manera como inicia otro
capítulo de la vida de María. Lo más tremendo es que por la forma en que está
construida esta expresión parece indicar que ese sufrimiento "atroz"
que vivirá, será precisamente a causa de su hijo. María, se convierte ahora en
modelo de todas las madres que sufren hasta lo indecible por sus hijos: por el
hijo que fue asesinado, por el que murió en un accidente, por el que es
perseguido, o por el que está gravemente enfermo.
María nos enseña que para quien ha puesto su
confianza en Dios y deja que sea el Espíritu quien conduzca su vida, es posible
"ESTAR DE PIE" ante la cruz del hijo y desde ahí animarlo y
acompañarlo. Nos muestra que no hay dolor imposible de vivir cuando nos dejamos
poseer totalmente por el amor de Dios. Oremos hoy, por todas las madres que
sienten su corazón "atravesado por una espada", para que encuentren
en la misericordia de Dios consuelo y fortaleza.
Shalom!
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