miércoles, 18 de abril de 2018

Evangelio del Día


Oración de la Mañana

Señor, en el silencio de este día que nace,
vengo a pedirte paz,
sabiduría y fuerza.
Hoy quiero mirar el mundo
con ojos llenos de amor;
ser paciente, comprensivo,
humilde, suave y bueno.
Ver detrás de las apariencias a tus hijos,
como los ves Tú mismo,
para, así, poder apreciar
la bondad de cada uno.
Cierra mis oídos a toda murmuración,
guarda mi lengua de toda maledicencia,
que solo los pensamientos que bendigan
permanezcan en mí.
Quiero ser tan bien intencionado y justo
que todos los que se acerquen a mí,
sientan tu presencia.
Revísteme de tu bondad, Señor,
y haz que durante este día,
yo te refleje.
Amén.

PRIMERA LECTURA

Al pasar de un lugar a otro, iban difundiendo el Evangelio.

De los Hechos de los Apóstoles 8, 1b-8
El mismo día de la muerte de Esteban, se desató una violenta persecución contra la comunidad cristiana de Jerusalén, y todos, menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y por Samaria.
Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran duelo por él. Entre tanto, Saulo hacía estragos en la Iglesia: entraba en las casas para llevarse a hombres y mujeres y meterlos en la cárcel.
Los que se habían dispersado, al pasar de un lugar a otro, iban difundiendo el Evangelio. Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba ahí a Cristo. La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los milagros que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos, lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban curados. Esto despertó gran alegría en aquella ciudad.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSPORIAL

Del salmo 65
R/. “Las obras del Señor son admirables. Aleluya.

• Que aclame al Señor toda la tierra. / Celebremos su gloria y su poder, / cantemos un himno de alabanza, / digamos al Señor: “Tu obra es admirable”. R/.

• Que se postre ante ti la tierra entera / y celebre con cánticos tu nombre. / Admiremos las obras del Señor, / los prodigios que ha hecho por los hombres. R/.

• Él transformó el mar Rojo en tierra firme / y los hizo cruzar el Jordán a pie enjuto. / Llenémonos por eso de gozo y gratitud: / el Señor es eterno y poderoso. R/.

EVANGELIO DEL DIA

La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna.

Del Evangelio según san Juan 6, 35-40
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. Pero como ya les he dicho: me han visto y no creen. Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene a mí yo no lo echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Y la voluntad del que me envió es que yo no pierda nada de lo que Él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día”.
Palabra del Señor.


Reflexión
Mal por bien
En la primera lectura vemos cómo de situaciones que nos parecerían "adversas", como es el caso de una persecución, son precisamente éstas las que hacen posible que la salvación se extienda al resto de la comunidad.

Muchos son los casos en los que una enfermedad, la muerte de un amigo, la pérdida del trabajo, son precisamente el instrumento de Dios para traer la salvación a la familia o a la propia vida. Por ello, debemos siempre recordar lo que dice san Pablo al respecto: "Todo conviene para aquellos que aman al Señor." De manera que si estás pasando por una situación particularmente difícil en tu casa, en tu trabajo, en tu escuela o en cualquier área de tu vida, mantén firme tu fe en el Señor.

Verás que con el tiempo, si dejas que Dios verdaderamente obre en ti, eso que ahorita es causa de dolor y pena, se convertirá en fuente de alegría y salvación. La vida no es fácil en ningún sentido, pero Jesús ha prometido estar con nosotros hasta el final de los tiempos.

Oración
Dame tus ojos, Señor, quiero ver como tú ves; dame tu entendimiento, quiero entender, como tú entiendes, dame tu corazón, para tener tus mismos sentimientos. Enséñame a permanecer en paz mientras está la tormenta y dejándote actuar, pues sé que es ahí donde tu poder se manifiesta con mayor majestad.

Compromiso
Hoy, a pesar de cualquier situación difícil que viva, mantendré una actitud de paz y de fe en que es el Señor, quien está moldeando mi vida.

En el evangelio del día vemos que si bien el hambre y la sed son realidades concretas, palpitantes, al mismo tiempo simbolizan las carencias, necesidades y anhelos más profundos de la existencia humana. Más que hambre y sed material, el hombre y la mujer de hoy tienen hambre y sed espiritual, de trascendencia. Por eso, en la parte del discurso del “pan de vida” que se proclama hoy en el Evangelio, Jesús se presenta como la respuesta que envía Dios para saciar esas ansias de realización y plenitud que todo ser humano experimenta. Y con ello, es también la respuesta a todo deseo de verdad, de libertad, de felicidad auténtica y paz verdadera, para que todo el que crea en Él tenga “vida eterna”. Vida eterna que se alcanza comulgando, es decir, “consumiendo” la vida de Cristo que se nos da en la celebración de su palabra.
¿Sé descubrir la pedagogía y la sabiduría de Dios en cada circunstancia, aun en las más adversas de la vida? ¿Sé interpretar los signos de los tiempos?

Oración: Señor Jesús: permite que al recibirte en la Celebración de la Palabra, encontremos en ti la mejor respuesta a nuestros más caros anhelos de trascendencia y plenitud. Amén.
Shalom!


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