Oración de la Mañana
Señor, en el silencio de este día que nace,
vengo a pedirte paz,
sabiduría y fuerza.
Hoy quiero mirar el mundo
con ojos llenos de amor;
ser paciente, comprensivo,
humilde, suave y bueno.
Ver detrás de las apariencias a tus hijos,
como los ves Tú mismo,
para, así, poder apreciar
la bondad de cada uno.
Cierra mis oídos a toda murmuración,
guarda mi lengua de toda maledicencia,
que solo los pensamientos que bendigan
permanezcan en mí.
Quiero ser tan bien intencionado y justo
que todos los que se acerquen a mí,
sientan tu presencia.
Revísteme de tu bondad, Señor,
y haz que durante este día,
yo te refleje.
Amén.
"La obra de Dios consiste en que crean en aquel a quien él ha enviado".
PRIMERA LECTURA
No podían refutar la sabiduría inspirada con que hablaba Esteban.
De los Hechos de los Apóstoles 6, 8-15
En aquellos días, Esteban,
lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y señales entre la
gente.
Algunos judíos de la
sinagoga llamada “de los Libertos”, procedentes de Cirene, Alejandría, Cilicia
y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no podían refutar la sabiduría
inspirada con que hablaba.
Entonces sobornaron a
algunos hombres para que dijeran: “Nosotros hemos oído a este hombre blasfemar
contra Moisés y contra Dios”.
Alborotaron al pueblo, a los
ancianos y a los escribas; cayeron sobre Esteban, se apoderaron de él por
sorpresa y lo llevaron ante el Sanedrín. Allí presentaron testigos falsos, que
dijeron: “Este hombre no deja de hablar contra el lugar santo del templo y
contra la ley. Lo hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret va a destruir el
lugar santo y a cambiar las tradiciones que recibimos de Moisés”.
Los miembros del Sanedrín
miraron a Esteban y su rostro les pareció tan imponente como el de un ángel.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 118
R/. “Dichoso el que cumple la
voluntad del Señor. Aleluya.”
• Aunque los poderosos se
burlen de mí, / yo seguiré observando fielmente tu ley. / Tus mandamientos,
Señor, son mi alegría; / ellos son también mis consejeros. R/.
• Te conté mis necesidades y me escuchaste; / enséñame, Señor, tu voluntad. / Dame nueva luz para conocer tu ley / y para meditar las maravillas de tu amor. R/.
• Apártame de los caminos falsos / y dame la gracia de cumplir tu voluntad. / He escogido el camino de la lealtad / a tu voluntad y a tus mandamientos. R/.
EVANGELIO DEL DÍA
No trabajen por el alimento que se acaba, sino por el que dura para la vida eterna.
Del Evangelio según san Juan 6, 22-29
Después de la multiplicación
de los panes, cuando Jesús dio de comer a cinco mil hombres, sus discípulos lo
vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la multitud, que estaba en la
otra orilla del lago, se dio cuenta de que allí no había más que una sola barca
y de que Jesús no se había embarcado con sus discípulos, sino que éstos habían
partido solos. En eso llegaron otras barcas desde Tiberíades al lugar donde la
multitud había comido el pan. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus
discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún para buscar a Jesús.
Al encontrarlo en la otra
orilla del lago, le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo llegaste acá?”. Jesús les
contestó: “Yo les aseguro que ustedes no me andan buscando por haber visto
señales milagrosas, sino por haber comido de aquellos panes hasta saciarse. No
trabajen por ese alimento que se acaba, sino por el alimento que dura para la
vida eterna y que les dará el Hijo del hombre; porque a éste, el Padre Dios lo
ha marcado con su sello”.
Ellos le dijeron: “¿Qué
necesitamos para llevar a cabo las obras de Dios?”. Respondió Jesús: “La obra
de Dios consiste en que crean en aquel a quien Él ha enviado”.
Palabra del Señor
Reflexión
En busca de Jesús
Lleno
de gracia y de poder, Esteban hacía grandes milagros y señales entre el pueblo.
Sus adversarios al no conseguir contrarrestar la sabiduría y espíritu con que
hablaba, toman la decisión de arrestarlo, sobornando a algunos para que lo
culparan de blasfemar contra Moisés y contra Dios. También en nuestros días se
repite el drama de Esteban, pues cada vez que alguien denuncia la injusticia,
se busca por cualquier medio silenciar esa voz. El cristiano, movido por la
fuerza del Espíritu, debe presentarse sin ningún temor ante cualquier ambiente
hostil que se le presente. La vivencia práctica del Evangelio nos da la
coherencia de vida, la autoridad necesaria para cumplir la misión profética; de
lo contrario nos sentimos limitados, inseguros, vacilantes.
La multitud busca a Jesús y,
finalmente, lo encuentra en Cafarnaún. Pero lo buscan no por las señales que
han visto (fe), sino porque se han hartado de pan (interés). La pregunta que
surge a la luz del evangelio de hoy es: ¿Cuáles son los motivos que nos
impulsan a buscar a Jesús? Seguramente lo buscamos también movidos por el
interés del pan material o porque esperamos que sea Él quien solucione todos
nuestros problemas, sin que tengamos que hacer el mínimo esfuerzo. Todas estas son
motivaciones erróneas, pues la única válida debe encaminarse hacia la búsqueda
del Pan imperecedero, Jesús.
¿Me
interrogo a menudo sobre las motivaciones que tengo para seguir a Jesús?
Oración: Ayúdame, Señor Jesús, a buscarte a ti, pan de vida, como el único alimento que permanece para la vida eterna. Amén.
Shalom!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario