PRIMERA LECTURA
Les predicamos el Evangelio para que dejando los falsos dioses, se conviertan al Dios vivo.
De los Hechos de los Apóstoles 14, 5-18
En aquellos días, los paganos y los judíos de Iconio, apoyados por las autoridades, comenzaron a agitarse con la intención de maltratar y apedrear a Pablo y a Bernabé. Pero ellos se dieron cuenta de la situación y huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y predicaron el Evangelio en toda la región. Había en Listra un hombre tullido de los pies desde su nacimiento que se pasaba la vida sentado y nunca había podido andar. El tullido escuchaba el discurso de Pablo, y éste, mirándolo fijamente, advirtió que aquel hombre tenía fe suficiente como para ser curado, y le ordenó en voz alta: “Levántate y ponte derecho sobre tus pies”. De un salto el hombre se puso en pie y comenzó a caminar. Cuando la gente vio lo que Pablo había hecho, empezaron a gritar en la lengua de Licaonia: “¡Dioses en figura de hombres han bajado a visitarnos!”. Decían que Bernabé era el dios Júpiter y Pablo el dios Mercurio, porque éste era el que hablaba.
El sacerdote del templo de Júpiter, situado a la entrada de la ciudad, llevó a las puertas unos toros adornados con guirnaldas, y junto con la muchedumbre, quería ofrecerles un sacrificio. Al darse cuenta de todo esto, los apóstoles Bernabé y Pablo se rasgaron las vestiduras e irrumpieron por entre la multitud, gritando:
“Ciudadanos, ¿por qué hacen semejante cosa? Nosotros somos hombres mortales, lo mismo que ustedes. Les predicamos el Evangelio que los hará dejar los falsos dioses y convertirse al Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo cuanto contienen. En épocas pasadas, Dios dejó que cada pueblo siguiera su camino, aunque siempre se dio a conocer por sus beneficios, mandando la lluvia y la cosecha a su tiempo, dándoles así comida y alegría en abundancia”. Y diciendo estas palabras, consiguieron impedir, a duras penas, que la multitud les ofreciera un sacrificio.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 113B
R/. Que todos te alaben sólo a ti, Señor. Aleluya.
• No por nosotros, Señor, no por nosotros, / sino por ti mismo, manifiesta tu grandeza, / porque eres fiel y bondadoso. / Que no nos pregunten los paganos: “¿Dónde está el Dios de Israel?”. R/.
• Nuestro Dios está en el cielo / y Él ha hecho todo lo que quiso. / En cambio, los ídolos de los paganos son oro y plata, / son dioses hechos por artesanos. R/.
• Que los llene de bendiciones el Señor, / que hizo el cielo y la tierra. / El Señor se ha reservado para sí el cielo / y a los hombres les ha entregado la tierra. R/.
EVANGELIO
El Espíritu Santo, que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas.
Del Evangelio según san Juan 14, 21-26
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él”.
Entonces le dijo Judas (no el Iscariote): “Señor, ¿por qué razón a nosotros sí te nos vas a manifestar y al mundo no?”. Le respondió Jesús: “El que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él nuestra morada. El que no me ama no cumplirá mis palabras. Y la palabra que están oyendo no es mía, sino del Padre, que me envió.
Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el Consolador, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho”.
Palabra del Señor.
Gestos y palabras de amor
En todas las relaciones interpersonales (pareja, familia, comunidad, amistad…) el amor exige practicidad, esto es, pasar de las palabras a los hechos. El amor a Jesús, el amor a Dios también, pues no sólo en el campo de la fe, sino también en la cotidianidad, no ama el que “dice” que ama, sino el que tiene para con el “otro” gestos y palabras de amor. Por eso no es raro que Jesús diga que el que acoge los “mandamientos” de Dios (palabras) y los “cumple” (gestos), no sólo ama a Dios Padre, ama a Jesús y, por ende, ama al prójimo, sino que experimenta en su vida el amor divino y el amor humano.
¿Dónde está la morada de Dios? En el seguidor de Jesús de Nazaret. ¿Quién es el seguidor de Jesús? El que lo ama coherentemente. Pues allí, en el interior de la persona, en su corazón, es donde Dios quiere morar, sabedor de que es ahí donde se libran las batallas trascendentales del ser humano. Además, ¿qué mejor sitio para que Jesús nos enseñe sus actitudes, sus valores, su amor, la alegría del Reino… que el corazón? Por eso, como dirá Díaz Villán: “Necesitamos una reforma del corazón, es decir, de nuestras motivaciones, de todo aquello que nos impulsa a actuar: sentimientos, pensamientos, afectos, deseos…”. Sólo cuando el corazón está libre de todo aquello que deshumaniza, está listo para que el “amor” de Dios ocupe todos los espacios y lo habite. Y un corazón lleno de Dios habla las cosas de Dios.
¿Doy valor a las realidades y circunstancias cotidianas y sencillas de la vida, como ocasiones privilegiadas para la evangelización y el testimonio de Cristo?
Oración: Señor Jesús: que prometiste enviarnos al Espíritu de la verdad para que nos recuerde tus enseñanzas, concédenos la gracia de ser dóciles a sus inspiraciones. Amén.
El Evangelio del Día es un espacio destinado a reflexionar la Palabra de Dios sin importar tu religión o credo.
lunes, 30 de abril de 2018
domingo, 29 de abril de 2018
Evangelio del Día
Oración de la Mañana
Señor, en el silencio de este día que nace,
vengo a pedirte paz,
sabiduría y fuerza.
Hoy quiero mirar el mundo
con ojos llenos de amor;
ser paciente, comprensivo,
humilde, suave y bueno.
Ver detrás de las apariencias a tus hijos,
como los ves Tú mismo,
para, así, poder apreciar
la bondad de cada uno.
Cierra mis oídos a toda murmuración,
guarda mi lengua de toda maledicencia,
que solo los pensamientos que bendigan
permanezcan en mí.
Quiero ser tan bien intencionado y justo
que todos los que se acerquen a mí,
sientan tu presencia.
Revísteme de tu bondad, Señor,
y haz que durante este día,
yo te refleje.
Amén.
” El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto
abundante”
PRIMERA LECTURA
Les contó cómo había visto al Señor en el camino.
De los Hechos de los Apóstoles 9, 26-31
Cuando Pablo regresó a
Jerusalén, trató de unirse a los discípulos, pero todos le tenían miedo, porque
no creían que se hubiera convertido en discípulo.
Entonces, Bernabé lo
presentó a los apóstoles y les refirió cómo Saulo había visto al Señor en el
camino, cómo el Señor le había hablado y cómo él había predicado, en Damasco,
con valentía, en el nombre de Jesús. Desde entonces, vivió con ellos en
Jerusalén, iba y venía, predicando abiertamente en el nombre del Señor, hablaba
y discutía con los judíos de habla griega y éstos intentaban matarlo. Al
enterarse de esto, los hermanos condujeron a Pablo a Cesarea y lo despacharon a
Tarso.
En aquellos días, las
comunidades cristianas gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaria, con lo
cual se iban consolidando, progresaban en la fidelidad a Dios y se
multiplicaban, animadas por el Espíritu Santo.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 21
R/. “Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios”.
• Le cumpliré mis promesas al Señor / delante de sus fieles. / Los pobres comerán hasta saciarse / y alabarán al Señor los que lo buscan: / su corazón ha de vivir para siempre. R/.
• Recordarán al Señor y volverán a Él / desde los últimos lugares del mundo; / en su presencia se postrarán /todas las familias de los pueblos. / Sólo ante Él se postrarán todos los que mueren. R/.
• Mi descendencia lo servirá / y le contará a la siguiente generación, / al pueblo que ha de nacer, / la justicia del Señor / y todo lo que Él ha hecho. R/.
SEGUNDA
LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san
Juan (3,18-24):
Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.
Palabra de Dios
Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.
Palabra de Dios
EVANGELIO DEL
DIA
El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
Del Evangelio según san Juan 15, 1-8
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo soy la verdadera vid y mi
Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, Él lo arranca, y al
que da fruto lo poda para que dé más fruto.
Ustedes ya están purificados por las
palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento
no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes
si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece
en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al
que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo
recogen, lo arrojan al fuego y arde.
Si permanecen en mí y mis
palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La
gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como
discípulos míos”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Permanecer en Jesús
El
seguimiento de Jesús, la auténtica fe en Dios, implica un “camino”, una
experiencia profunda con el Resucitado que nos predispone para el “anuncio” del
Evangelio, el “mensaje” de vida que ha de transformar el mundo. Porque si
bien es cierto que la religión verdadera comienza siendo una cuestión de fe,
ésta sólo se muestra en la praxis de una vida donde lo que se “cree” se ha de
llevar a efecto, de lo contrario no habría fiabilidad. Y lo principal de esta
praxis es que la fe en Jesucristo implica necesariamente el amor a los hermanos
como Él nos ha pedido: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”. Sólo
así sabremos que “permanecemos” en Él y tenemos su Espíritu.
Jesús es la “vid”, los que
creemos en Él somos los “sarmientos”. Toda la vitalidad de los cristianos nace
de Él. Si la savia de Jesús
resucitado corre por nuestra vida, nos aporta alegría, luz, creatividad, coraje
para vivir como vivía Él. Si, por el contrario, no fluye en nosotros, somos
sarmientos secos, inútiles, inservibles. Como decía un santo, la vida sin Jesús
“no tiene razón de ser, es inconcebible, porque frustra los sueños, llena de
tristeza y lleva a vivir un verdadero infierno”. Éste es el verdadero problema
de una Iglesia que celebra a Jesús resucitado como “vid” llena de vida, pero
que está formada, en buena parte, por sarmientos muertos. Nuestra primera tarea
hoy y siempre es “permanecer” en la vid, no vivir desconectados de Jesús, no
quedarnos sin savia, no secarnos más. Y la respuesta es el “amor” a Dios y al
prójimo.
Según
el ejemplo de Jesús, ¿cómo manifiesto mi amor por el prójimo?
Oración: Señor, que mi oración diaria sea el alimento para permanecer siempre en ti. Amén.
sábado, 28 de abril de 2018
Evangelio del Día
Oración de la Mañana
Señor, en el silencio de este día que nace,
vengo a pedirte paz,
sabiduría y fuerza.
Hoy quiero mirar el mundo
con ojos llenos de amor;
ser paciente, comprensivo,
humilde, suave y bueno.
Ver detrás de las apariencias a tus hijos,
como los ves Tú mismo,
para, así, poder apreciar
la bondad de cada uno.
Cierra mis oídos a toda murmuración,
guarda mi lengua de toda maledicencia,
que solo los pensamientos que bendigan
permanezcan en mí.
Quiero ser tan bien intencionado y justo
que todos los que se acerquen a mí,
sientan tu presencia.
Revísteme de tu bondad, Señor,
y haz que durante este día,
yo te refleje.
Amén.
“Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre”
PRIMERA LECTURA
Ahora nos dirigiremos a los paganos.
De los Hechos de los Apóstoles 13, 44-52
El sábado siguiente casi
toda la ciudad de Antioquía acudió a oír la Palabra de Dios. Cuando los judíos
vieron una concurrencia tan grande, se llenaron de envidia y comenzaron a
contradecir a Pablo con palabras injuriosas. Entonces Pablo y Bernabé dijeron
con valentía: “La Palabra de Dios debía ser predicada primero a ustedes; pero
como la rechazan y no se juzgan dignos de la vida eterna, nos dirigiremos a los
paganos. Así nos lo ha ordenado el Señor, cuando dijo: ‘Yo te he puesto como
luz de los paganos, para que lleves la salvación hasta los últimos rincones de
la tierra’”.
Al enterarse de esto, los
paganos se regocijaban y glorificaban la Palabra de Dios, y abrazaron la fe
todos aquellos que estaban destinados a la vida eterna.
La Palabra de Dios se iba
propagando por toda la región. Pero los judíos azuzaron a las mujeres devotas
de la alta sociedad y a los ciudadanos principales, y provocaron una
persecución contra Pablo y Bernabé, hasta expulsarlos de su territorio.
Pablo y Bernabé se
sacudieron el polvo de los pies, como señal de protesta, y se marcharon a
Iconio, mientras los discípulos se quedaron llenos de alegría y del Espíritu
Santo.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 97
R/. “
Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios”.
• Cantemos al Señor un canto
nuevo / pues ha hecho maravillas. / Su diestra y su santo brazo / le han dado
la victoria. R/.
• El Señor ha dado a conocer su victoria / y ha revelado a las naciones su justicia. / Una vez más ha demostrado Dios / su amor y su lealtad hacia Israel. R/.
• La tierra entera ha contemplado / la victoria de nuestro Dios. / Que todos los pueblos y naciones / aclamen con júbilo al Señor. R/.
EVANGELIO DEL
DIA
Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre.
Del Evangelio según san Juan 14, 7-14
En aquel tiempo, Jesús dijo
a sus discípulos: “Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya
desde ahora lo conocen y lo han visto”. Le dijo Felipe: “Señor, muéstranos al
Padre y eso nos basta”. Jesús le replicó: “Felipe, tanto tiempo hace que estoy
con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí, ha visto al
Padre. ¿Entonces por qué dices: ‘Muéstranos al Padre’? ¿O no crees que yo estoy
en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las
digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las
obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a
mí, créanlo por las obras.
Yo les aseguro: el que crea
en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al
Padre; y cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la haré para que el Padre
sea glorificado en el Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan en mi nombre”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Palabras de vida eterna
¿Cuál es tu respuesta?
“La comunidad cristiana está
integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu
Santo en su peregrinar hacia el Reino del Padre”. Las lecturas de hoy nos
invita a ser discípulos que, convencidos de las palabras del Maestro: “Yo te
haré luz… para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra”, no duden
en dejar todo, con tal de cumplir el mandato del Señor y caminar al encuentro
del Padre. Pero hay un requisito: dar testimonio con nuestra vida, pero no
testimonio de nosotros mismos, sino de quien nos ha llamado, quien nos ha
enviado. Jesús fue enviado por el Padre para que las personas lo reconocieran
en Él, aunque somos muy ciegos en muchos momentos.
Necesitamos,
como dice El principito, “ver
con el corazón, pues lo esencial es invisible a los ojos”. Continuamente caemos
en la tentación, como Felipe, de exigir al Señor: “Muéstranos al Padre y eso
nos basta”. Si pensamos eso es porque no conocemos a Jesús o porque somos
incrédulos por naturaleza. ¿Acaso no está el Padre en nosotros y nosotros en
Él? ¿No somos sin duda alguna su mejor obra? No hay tiempo para la duda. Se
invita a creer en Dios, en su amor, y desde esa realidad saber dar una
respuesta de esperanza a un mundo que la ha perdido, una respuesta de fe a un
mundo que lo busca con ansias, una respuesta de alegría a una sociedad sumida
en la desesperación y el desencanto, una respuesta de paz a un mundo azotado
por la violencia. ¿Cuál es tu respuesta?
¿Me preocupo por conocer mejor la Palabra de
Dios y así llegar a la perfecta comunión con el Señor?
Oración: Señor, que nos mueva tu amor, así penetrando en el conocimiento del Padre, podremos afianzarnos más en la fe que profesamos desde nuestro bautismo. Amén.
viernes, 27 de abril de 2018
Evangelio del Día
Oración de la Mañana
Señor, en el silencio de este día que nace,
vengo a pedirte paz,
sabiduría y fuerza.
Hoy quiero mirar el mundo
con ojos llenos de amor;
ser paciente, comprensivo,
humilde, suave y bueno.
Ver detrás de las apariencias a tus hijos,
como los ves Tú mismo,
para, así, poder apreciar
la bondad de cada uno.
Cierra mis oídos a toda murmuración,
guarda mi lengua de toda maledicencia,
que solo los pensamientos que bendigan
permanezcan en mí.
Quiero ser tan bien intencionado y justo
que todos los que se acerquen a mí,
sientan tu presencia.
Revísteme de tu bondad, Señor,
y haz que durante este día,
yo te refleje.
Amén.
PRIMERA LECTURA
Resucitando a Jesús, Dios ha cumplido la promesa que nos hizo.
De los Hechos de los Apóstoles 13, 26-33
En aquellos días, Pablo
continuó su predicación en la sinagoga de Antioquía de Pisidia con estas
palabras:
“Hermanos míos,
descendientes de Abrahán, y cuantos temen a Dios: este mensaje de salvación les
ha sido enviado a ustedes. Los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no
reconocieron a Jesús, y al condenarlo, cumplieron las palabras de los profetas
que se leen cada sábado: no hallaron en Jesús nada que mereciera la muerte, y
sin embargo, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y después de cumplir
todo lo que de Él estaba escrito, lo bajaron de la cruz y lo pusieron en el
sepulcro.
Pero Dios lo resucitó de
entre los muertos, y Él, ya resucitado, se apareció durante muchos días a los
que lo habían seguido de Galilea a Jerusalén. Ellos son ahora sus testigos ante
el pueblo.
Nosotros les damos la Buena
Nueva de que la promesa hecha a nuestros padres nos la ha cumplido Dios a
nosotros, los hijos, resucitando a Jesús, como está escrito en el Salmo
segundo: ‘Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy’.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 2
R/. “Tu eres mi hijo: yo te he
engendrado hoy”.
• El Señor me ha consagrado
/ como rey de Sion, su ciudad santa. / Anunciaré el decreto del Señor. / He
aquí lo que me dijo: R/.
• “Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy. / Te daré en herencia las naciones / y como propiedad, toda la tierra. / Podrás gobernarlas con cetro de hierro, / y despedazarlas como jarros”. R/.
• Escuchen y comprendan estas cosas, / reyes y gobernantes de la tierra. / Adoren al Señor con reverencia, / sírvanlo con temor. R/.
EVANGELIO DEL
DIA
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.
Del Evangelio según san Juan 14, 1-6
En aquel tiempo, Jesús dijo
a sus discípulos: “No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean también en mí. En
la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría
dicho a ustedes, porque voy a prepararles un lugar. Cuando me vaya y les
prepare un sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén
también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy”.
Entonces Tomás le dijo:
“Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?”. Jesús le
respondió: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre si no es
por mí”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Camino seguro al Padre
“Este mensaje de salvación les ha sido enviado a
ustedes”, dice Pablo al concluir su exposición de la síntesis de la historia de
salvación. En efecto, la resurrección de Jesús es el cumplimiento de la promesa
anunciada desde antiguo. El Resucitado es la máxima revelación del amor del
Padre y en quien la gracia divina se da de manera total y plena. San Pablo es
el apóstol que presenta el mensaje de salvación y habla de Jesús sin ningún
temor, por eso se convierte para nosotros en ejemplo digno de seguir en nuestro
trabajo pastoral. Conscientes de que evangelizar significa anunciar a Cristo,
en quien se encuentra la plenitud de todo, podemos llevar la Buena Nueva con
mayor decisión y firmeza, pues Él estará con nosotros todos los días hasta el
fin de los tiempos.
Jesús
anuncia su pronta partida y regreso al seno del Padre, pero esto no es motivo
para temer, pues Él no nos abandona, sino que nos promete hacernos partícipes
de la gloria en el Reino de los Cielos, hacia donde partirá pronto a
prepararnos un lugar y a donde podemos llegar a través de Él, que es el Camino.
Como Tomás, muchas veces nos encontramos desorientados, sin saber cómo llegar a
la meta, pues son muchos los caminos que se nos abren y no sabemos cuál es el
verdadero. Y Jesús se manifiesta una vez más como el Camino, la Verdad y la
Vida. Él es para nosotros y para el mundo entero el camino seguro que nos
conduce al Padre y nos da vida verdadera (eterna).
¿Qué significado tiene para mi vida el hecho de
que Jesús sea el Camino, la Verdad y la Vida?
Oración: Señor, enséñanos a comprender que la misión del bautizado es compartir con los demás su fe en Jesús resucitado; anímanos a seguir por este camino. Amén.
jueves, 26 de abril de 2018
Evangelio del Día
Primera Lectura
Hechos 13, 13-25
En aquellos días, Pablo y sus compañeros se hicieron a la mar en Pafos; llegaron a Perge de Panfilia, y allí Juan Marcos los dejó y volvió a Jerusalén. Desde Perge siguieron hasta Antioquía de Pisidia, y el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Acabada la lectura de la ley y los profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron decir: "Hermanos, si tienen alguna exhortación que hacer al pueblo, hablen". Entonces se levantó Pablo, y haciendo señal de silencio con la mano, les dijo:
"Israelitas y cuantos temen a Dios, escúchenme: El Dios del pueblo de Israel eligió a nuestros padres, engrandeció al pueblo cuando éste vivía como forastero en Egipto, lo sacó de allí con todo su poder, lo alimentó en el desierto durante cuarenta años, aniquiló siete tribus del país de Canaán y dio el territorio de ellas en posesión a Israel por cuatrocientos cincuenta años. Posteriormente les dio jueces, hasta el tiempo del profeta Samuel.
Pidieron luego un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín que reinó cuarenta años. Después destituyó a Saúl y les dio por rey a David, de quien hizo esta alabanza: He hallado a David, hijo de Jesé, hombre según mi corazón, quien realizará todos mis designios.
Del linaje de David, conforme a la promesa, Dios hizo nacer para Israel un salvador, Jesús. Juan preparó su venida, predicando a todo el pueblo de Israel un bautismo de penitencia, y hacia el final de su vida, Juan decía: ‘Yo no soy el que ustedes piensan. Después de mí viene uno a quien no merezco desatarle las sandalias‘ ".
Reflexión
En este pasaje vemos lo importante que es tener un conocimiento profundo de las Sagradas Escrituras, pues éstas son el fundamento de nuestra predicación y de nuestro testimonio para los demás.
Quizás uno de los motivos por los que no hemos logrado establecer en nuestro medio una cultura profundamente cristiana, es el hecho de que pocos cristianos realmente conocen la Sagrada Escritura. Esto hace que no haya un punto de referencia adecuado que haga prevalecer en un determinado momento los valores cristianos, e incluso que nuestro testimonio o nuestro diálogo con aquellos que no comparten nuestra fe, no encuentren un sólido fundamento.
Dediquemos todos los días al menos quince minutos para conocer la Sagrada Escritura, es decir, para conocer a Dios y su proyecto de amor para nosotros.
Oracion
Señor, quiero ser inundado por tu Palabra, así, como tú mismo lo dices, procuraré obrar en todo conforme a lo que ahí está escrito, y sé muy bien que tendré tu favor y éxito en todo lo que emprenda.
Compromiso
Desde hoy haré un plan adicional de lectura, para que cada día pueda ir conociendo más de la Palabra de Dios.
El Evangelio del Día
Juan 13, 16-20
En aquel tiempo, después de lavarles los pies a sus discípulos, Jesús les dijo:
“Yo les aseguro: el sirviente no es más importante que su amo, ni el enviado es mayor que quien lo envía. Si entienden esto y lo ponen en práctica, serán dichosos.
No lo digo por todos ustedes, porque yo sé a quiénes he escogido. Pero esto es para que se cumpla el pasaje de la Escritura, que dice: El que comparte mi pan me ha traicionado. Les digo esto ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, crean que Yo Soy.
Yo les aseguro: el que recibe al que yo envío, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me ha enviado".
Reflexión
El seguimiento de Jesús implica, como lo hemos visto, poner en práctica su palabra. En este pasaje, Jesús acaba de darles la mayor muestra de humildad y de servicio lavando los pies a sus discípulos.
La invitación es a entender el signo y a ponerlo en práctica. Se trata de entender que la verdadera felicidad se encuentra en el servicio a los demás, y en la humildad; en no pensar que uno es mayor que los otros a pesar de nuestro puesto, sea en la casa, en la oficina, en el gobierno.
Hemos sido llamados a imitar a Jesús, que siendo Dios no retiene para sí ese título, y se hace uno de nosotros; que siendo el Señor, se hace siervo; que siendo maestro, es obediente al Padre. Si entendemos esto y lo ponemos en práctica seremos dichosos.
Shalom
miércoles, 25 de abril de 2018
Evangelio del Dia
PRIMERA LECTURA
Los saluda mi hijo Marcos. De la Primera carta de san Pedro 5, 5b-14
Queridos hermanos: Que en su trato mutuo la humildad esté siempre presente, pues Dios es enemigo de los soberbios, y en cambio, a los humildes les concede su gracia. Humíllense, pues, ante la mano poderosa de Dios, para que Él los levante y encumbre en el momento oportuno. Dejen en sus manos todas sus preocupaciones, pues Él cuida de ustedes.
Estén alerta y no se dejen sorprender, porque su enemigo, el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quién devorar. Resístanle con la firmeza de la fe, sabiendo que sus hermanos, dispersos por el mundo, soportan los mismos sufrimientos que ustedes.
Dios, que es la fuente de todos los bienes, nos ha llamado a participar de su gloria eterna en unión con Cristo, y después de estos sufrimientos tan breves, los restaurará a ustedes, los afianzará, fortalecerá y hará inconmovibles. Suyos son la gloria y el poder para siempre. Amén.
Por medio de Silvano, a quien considero hermano digno de toda confianza, les he escrito esta breve carta para que sepan cuál es la verdadera gracia de Dios y animarlos a permanecer firmes en ella.
Los saluda la comunidad de Babilonia, a la que Dios ha elegido, lo mismo que a ustedes. También los saluda mi hijo Marcos. Salúdense los unos a los otros con el beso fraterno. Les deseo la paz a todos ustedes, los que son de Cristo.
Palabra de Dios.
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SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 88
R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
• Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor / y daré a conocer que su fidelidad es eterna, / pues el Señor ha dicho: “Mi amor es para siempre / y mi lealtad, más firme que los cielos”. R/.
• El cielo, Señor, proclama tus maravillas, / y tu lealtad, la asamblea de los santos. / ¿Quién se compara a Dios sobre las nubes? / ¿Quién es como el Señor entre los dioses? R/. • Señor, feliz el pueblo que te alaba / y que a tu luz camina, / que en tu nombre se alegra a todas horas / y al que llena de orgullo tu justicia. R/.
EVANGELIO DEL DIA
Prediquen el Evangelio a todas las creaturas. Del Evangelio según san Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos”.
El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.
Palabra del Señor.
Discípulos convencidos
El párrafo final de la Primera carta de Pedro se constituye en una vigorosa invitación a mantener dos actitudes para con Dios: la humildad, que ha de distinguir a toda criatura ante su Señor, y la confianza en su capacidad para salvarnos. El sufrimiento causado por la hostilidad del ambiente en el que viven las comunidades es representado con la imagen del león rugiente. A ese león hay que responderle con la firmeza de la fe y la solidaridad en los sufrimientos. Ésta es la vía para hacer que los propios sufrimientos se inserten en el misterio de la pasión de Cristo. Al final, entre los remitentes, menciona a Marcos, razón por la cual se incluye hoy esta lectura.
Palabra y obras son los dos signos mediante los cuales desde siempre se anuncia al Resucitado. Fueron los dos recursos que empleó Jesús y que la Iglesia los asumió. El relato del envío misionero insiste en la presencia y unidad de los dos aspectos. La proclamación de la Palabra incluye, además del necesario anuncio, el esfuerzo real por vencer el mal presente en el mundo. Las imágenes empleadas indican que la acción cristiana sobre el mal que campea en el mundo ha de dirigirse a las causas del bien. Así como los apóstoles entendieron y asumieron con convicción su tarea evangelizadora, también nosotros debemos continuar con fidelidad el mandato del Señor.
Shalom
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martes, 24 de abril de 2018
Evangelio del Día
"El
Padre y yo somos uno"
PRIMERA LECTURA
Comenzaron a predicar a los griegos el Evangelio del Señor Jesús.
De los Hechos de los Apóstoles 11, 19-26
En aquellos días, algunos de
los que se habían dispersado, huyendo de la persecución desatada después de la
muerte de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía; pero predicaban
el Evangelio solamente a los judíos. Sin embargo, hubo entre ellos algunos
chipriotas y cirenenses, que al llegar a Antioquía, comenzaron a dirigirse
también a los griegos y a predicarles el Evangelio del Señor Jesús. Y como la
mano del Señor estaba con ellos, muchos se convirtieron y abrazaron la fe.
Cuando llegaron estas noticias
a la comunidad cristiana de Jerusalén, Bernabé fue enviado a Antioquía. Llegó
Bernabé, y viendo la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho; y como era
hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe, exhortó a todos a que, firmes
en su propósito, permanecieran fieles al Señor. Así se ganó para el Señor una
gran muchedumbre. Entonces Bernabé partió hacia Tarso, en busca de Saulo; y
cuando lo encontró, lo llevó consigo a Antioquía. Ambos vivieron durante todo
un año en esa comunidad y enseñaron a mucha gente. Allí, en Antioquía, fue
donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de “cristianos”.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 86
R/. “Alaben al Señor todos las
naciones”. Aleluya.
• Jerusalén gloriosa, / el Señor ha
puesto en ti su templo. / Tú eres más querida para Dios / que todos los
santuarios de Israel. R/.
• De ti, Jerusalén, ciudad del Señor, / se dirán maravillas. / Egipto y Babilonia adorarán al Señor; / los filisteos, con Tiro y Etiopía, / serán como tus hijos. R/.
• Y de ti, Jerusalén, afirmarán: / “Todos los pueblos han nacido en ti / y el Altísimo es tu fortaleza”. R/.
• El Señor registrará en el libro de la vida / a cada pueblo, convertido en ciudadano tuyo; / y todos los pueblos te cantarán, bailando: / “Tú eres la fuente de nuestra salvación”. R/.
EVANGELIO DEL
DIA
El Padre y yo somos uno.
Del Evangelio según san Juan 10, 22-30
Por aquellos días, se
celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación del templo. Era invierno.
Jesús se paseaba por el templo, bajo el pórtico de Salomón. Entonces lo
rodearon los judíos y le preguntaron: “¿Hasta cuándo nos vas a tener en
suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo claramente”.
Jesús les respondió: “Ya se
lo he dicho y no me creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio
de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan
mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no
perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y Él
es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre
y yo somos uno”.
Palabra del Señor.
Reflexión
¿Qué nos hace dudar?
Los
cristianos están dando los primeros pasos en la misión que Jesús les había
encargado, pero hay dudas, pues algunos piensan que sólo hay que predicar la
Palabra a los judíos. Sin embargo, guiados por el Espíritu y como efecto de la
persecución desatada por las autoridades, caen pronto en la cuenta de que hay
que predicar al “Señor Jesús” y su Evangelio a todo el mundo. Muchos de los
gentiles que los escucharon “se convirtieron y abrazaron la fe”. Nada puede
detener la Buena Noticia. El mensaje de salvación del Resucitado resuena con
fuerza en el corazón de las personas de buena voluntad.
¿Por qué, pese a las obras
realizadas que dan testimonio de ser el enviado del Padre, la gente no logra
reconocer (o no quiere aceptar) que Jesús es el Mesías? Si Él vino como la luz
para iluminar la mente de todos los hombres; si sus Palabras contienen la
verdad, una verdad que lleva a la vida, y la expuso con mucha claridad; si su
Evangelio dio respuestas a los grandes interrogantes del ser humano; si el
misterio de su vida aclaró de dónde venimos, hacia dónde vamos y cuál es el
“camino” a seguir para llegar a la meta; si el sacrificio de la cruz nos enseñó
que no hacemos parte de una historia que es un fracaso, sino de una historia de
salvación, que acaba bien, muy bien, en la resurrección y la vida plena;
entonces, ¿por qué nos cuesta recibir a su persona y a sus enseñanzas? Sólo si
acogemos con fe y de corazón su invitación a “seguirle”, seremos sus
discípulos, ovejas de su rebaño y obtendremos la “vida eterna” que nos ofrece.
¿Logramos
reconocer la presencia del Señor que sigue actuando en su Iglesia?
Oración: Señor Jesús, gracias por mostrarnos el camino que debemos seguir para ser felices. Amén.
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