jueves, 1 de noviembre de 2018

Evangelio del Dia



Jueves 1 de Noviembre 


PRIMERA LECTURA 

Vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas.

Del libro del Apocalipsis 7, 2-4. 9-14

Yo, Juan, vi un ángel que venía del Oriente. Traía consigo el sello del Dios vivo y gritaba con voz poderosa a los cuatro ángeles encargados de hacer daño a la tierra y al mar. Les dijo: “¡No hagan daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que terminemos de marcar con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios!”. Y pude oír el número de los que habían sido marcados: eran ciento cuarenta y cuatro mil, procedentes de todas las tribus de Israel.
Vi luego una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica blanca; llevaban palmas en las manos y exclamaban con voz poderosa: “¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!”.
Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, cayeron rostro en tierra delante del trono y adoraron a Dios, diciendo: “Amén. La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza, se le deben para siempre a nuestro Dios”.
Entonces uno de los ancianos me preguntó: “¿Quiénes son y de dónde han venido los que llevan la túnica blanca?”. Yo le respondí: “Señor mío, tú eres quien lo sabe”. Entonces él me dijo: “Son los que han pasado por la gran persecución y han lavado y blanqueado su túnica con la sangre del Cordero”.    

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL  

Del salmo 23

R/." Éste es el grupo  que viene a tu presencia, Señor"

• Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, / el orbe todo y los que en él habitan, / pues Él lo edificó sobre los mares, / Él fue quien lo asentó sobre los ríos. R/. 

• ¿Quién subirá hasta el monte del Señor? / ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? / El de corazón limpio y manos puras / y que no jura en falso. R/. 

• Ése obtendrá la bendición de Dios, / y Dios, su salvador, le hará justicia. / Ésta es la clase de hombres que te buscan / y vienen ante ti, Dios de Jacob. R/.

SEGUNDA  LECTURA 
Veremos a Dios tal cual es
Lectura  de la primera  carta del apóstol san Juan  3,1-3

Queridos hermanos:Miren que amor nos a tenido el padre para llamarnos hijos de Dios,pues lo ¡somos¡ El mundo no nos conoce porque no lo conoció a El. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aun no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando El se manifieste, seremos semejante a El, porque  lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en El se purifica así mismo, como El es puro.

Palabra de Dios.

"Vengan a mi todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviare- dice el Señor "

EVANGELIO DEL DÍA 

Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos.

Del Evangelio según  san Mateo 5, 1-12a

En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. En seguida comenzó a enseñarles, hablándoles así: “Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos”.
Palabra del Señor.

Reflexión 


Con espíritu de santidad

La muchedumbre inmensa de hombres y mujeres, que nadie podía contar, proveniente de toda nación, raza, pueblo y lengua, que se congregan ante el trono de Dios para alabarlo por su inmensa misericordia, nos recuerda la invitación universal a ser santos, es decir, a participar del amor infinito de Dios Padre que, porque nos ama, ha querido que seamos sus hijos, herederos de su Reino. Indudablemente, ellos acogieron en sus acciones cotidianas el mensaje de las bienaventuranzas como programa de vida que los ayudó a caminar con gozo y alegría hacia la salvación y la vida plena. Y se erigen como luz y ejemplo para todos los que queremos entrar a formar parte del Reino de Dios. La santidad, tal como lo expone Jesús en el “Sermón de la montaña”, “se alcanza” en la humildad y la sencillez de la vida, poniendo todo al servicio de los demás, aprendiendo a desprendernos de las cosas materiales, entregando las propias cualidades para el beneficio de la comunidad, haciendo de las angustias y sufrimientos medios de purificación, llevando la existencia con esperanza, pero lo más importante es abandonarnos en las manos de Dios, quien, a través de su Espíritu Santo, siempre nos guiará por el camino correcto. Como dice el papa Francisco: “¡Todos estamos llamados a ser santos! Santidad no es cerrar los ojos y olvidarse del mundo, sino vivir con amor y ofrecer el testimonio cristiano en las ocupaciones de todos los días”.

Compromiso: ¿Qué significa ser santo? ¿La santidad es privilegio de todos o sólo de unos pocos? ¿Qué obstáculos me impiden conquistar la santidad?

Oración : Oh Dios, que en todos los tiempos has suscitado personas que se distinguen por su rectitud y ejemplo de vida, concédenos la capacidad de imitar sus virtudes. Amén.

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