lunes, 2 de octubre de 2017

EL EVANGELIO DEL DÍA

Primera Lectura

Éxodo 23, 20-23

Esto dice el Señor: “Voy a enviar a un ángel que vaya delante de ti, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que te he preparado. Respétalo y obedécelo. No te rebeles, porque lleva mi nombre, y no perdonará tu rebeldía. Si lo obedeces fielmente y haces lo que yo te diga, tus enemigos serán mis enemigos, y tus adversarios, mis adversarios. Mi ángel irá delante de ti”.

Palabra de Dios.

Meditación

Dios pacta una alianza con su pueblo: Él le ofrece su permanente presencia a través del ángel –un ser espiritual, creado por Dios, que tiene la misión de acompañar a la comunidad– y el pueblo se compromete a respetarlo y obedecerlo, es decir, a no rebelarse contra su mensajero, de esta forma se sella el proyecto salvador del Señor con la comunidad. Y para que se haga realidad esta alianza, este pacto de amor y salvación, que tiene como objetivo la “entrada” en el Reino de los cielos, es necesario que lo acojamos con humildad, sencillez, inocencia y pureza de los niños, de los pequeños que se entregan, con total confianza y esperanza, al amor y cuidado de los padres.

EL EVANGELIO DEL DÍA

Mateo 18, 1-5. 10

En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Quién es más grande en el Reino de los cielos?"

Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: "Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí.

Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo.

Palabra del Señor.

Reflexión
En nuestro mundo tecnificado, es difícil aceptar la existencia de un mundo espiritual, de un mundo que no es tangible ni medible. Este campo pertenece sólo a la fe y a la fe de los pequeños", de los que son como niños.

Y es que los pequeños ven las cosas, más que con los ojos del cuerpo, con los ojos del corazón. Esta es la razón por la cual Jesús nos invita a ser como niños, a que nuestros criterios de tiempo y espacio sean informados por las categorías de lo infinito, de lo trascendente; que abramos nuestra mente y nuestro corazón al auxilio divino que Dios nos ha dado por medio de nuestros ángeles custodios.

Trata hoy de hacerte consciente de la presencia espiritual en la que Dios ha querido que vivamos.

Shalom!

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