domingo, 27 de agosto de 2017

Meditación


El profeta Isaías anuncia que los caminos del Señor no son los del individuo engreído y alienado, y afirma que todo lo que se construye sobre la explotación, el abuso del derecho y la falsedad, termina irremediablemente condenado a la insignificancia.

Reflexión

La pregunta de Jesús a sus discípulos recoge el interrogante de la comunidad cristiana: identificar su ser y su misión. Las respuestas nos sorprenden. El gentío que sigue a Jesús lo identifica incorrectamente como uno de los profetas. El grupo, en la voz de Pedro, lo reconoce acertadamente como el Mesías e Hijo de Dios. Pero, tanto la multitud como los discípulos quieren imponerle a Jesús un estilo de ser profeta y una manera de ser Mesías, yendo incluso en contra de la voluntad de Dios y las enseñanzas de Jesús. El Evangelio nos quiere mostrar que los discípulos aún deben pasar por la experiencia de la cruz para comprender el verdadero alcance de las palabras y obras de Jesús. Él sí es el Mesías, Él sí es el profeta, pero del amor, la justicia y la paz.

¿Cómo manifiesto mi compromiso de ser colaborador en la construcción del Reino?

Oración: Padre, haz que podamos reconocer en Jesús, el Mesías que vence las fuerzas del mal y, con su mensaje, construye el Reino de amor.

Amén.

Shalom!

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