jueves, 13 de septiembre de 2018

Evangelio del Día



Jueves 13 de Septiembre de 2018

“LA CARIDAD ES LA SOLUCIÓN”

PRIMERA LECTURA

1CORINTIOS 8, 1B-7. 11-13

“Al pecar contra los hermanos, turbando su conciencia insegura, pecáis contra Cristo”

Hermanos: El conocimiento engríe, lo constructivo es el amor. Quien se figura haber terminado de conocer algo, aún no ha empezado a conocer como es debido. En cambio, al que ama a Dios, Dios lo reconoce. Vengamos a eso de comer de lo sacrificado. Sabemos que en el mundo real un ídolo no es nada, y que Dios no hay más que uno; pues, aunque hay los llamados dioses en el cielo y en la tierra-y son numerosos los dioses y numerosos los señores-, para nosotros no hay más que un Dios, el Padre, de quien procede el universo y a quien estamos destinados nosotros, y un solo Señor, Jesucristo, por quien existe el universo y por quien existimos nosotros. Sin embargo, no todos tienen ese conocimiento: algunos, acostumbrados a la idolatría hasta hace poco, comen pensando que la carne está consagrada al ídolo y, como su conciencia está insegura, se mancha. Así, tu conocimiento llevará al desastre al inseguro, a un hermano por quien Cristo murió. Al pecar de esa manera contra los hermanos, turbando su conciencia insegura, pecáis contra Cristo. Por eso, si por cuestión de alimento peligra un hermano mío, nunca volveré a comer carne, para no ponerlo en peligro. 

Palabra del Señor.


SALMO RESPONSORIAL: 138

R. /"Guíame, Señor, por el camino eterno"

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares. R.

Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias,
porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras. R.

Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno. R.


EVANGELIO DEL DÍA

LUCAS 6, 27-38

“Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo”

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores con intención de cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada: tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desgraciados. Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados; dad y se os dará; os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis la usarán con vosotros. 

 Palabra del Señor.

REFLEXION

La caridad es la solución

Frente al problema que surge en la comunidad por el consumo o no de la carne inmolada a los ídolos, Pablo plantea una solución que puede ser aplicada también a la realidad actual. Es importante que valoremos y seamos bastante cuidadosos y prudentes en el tema de la conciencia, puesto que se trata de lo más íntimo del ser humano. Si nos fijamos bien, en la comunidad no todos tenemos el mismo grado o nivel de madurez en la fe, por lo tanto, es un acto de caridad para con los hermanos así llamados “débiles en la fe” no dar motivo para que se escandalicen por determinados comportamientos que, aunque no sean censurables, pueden ser mal vistos por ellos.

Jesús habla del amor a los enemigos. Este mandato se constituye en una verdadera novedad en el ámbito de las relaciones interpersonales: sí, porque es fácil amar sin medida a los que nos aman, a los que nos hacen favores, a quienes sacamos algún provecho; no así cuando se trata de los enemigos, porque generalmente existe en el ser humano la tendencia a pagar con la misma moneda; estaríamos así retrocediendo en el tiempo porque volveríamos a la ley del talión: “Ojo por ojo, diente por diente”. ¿Cuál es la lógica que nos propone Jesús en este día? Que perdonemos al hermano, como Él mismo nos ha perdonado. En efecto, Él nos ha dado el máximo ejemplo desde lo alto de la cruz.

 ¿Considero el amor a los enemigos como una actitud evangélica? ¿Establezco límites para el perdón?

Oracion: Señor, Dios todopoderoso, te pido me concedas un corazón misericordioso que se compadezca de las necesidades de mi prójimo. Amén.


“Que Dios nos ayude a compadecernos de las necesidades de nuestro prójimo”

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