sábado, 14 de julio de 2018

Evangelio del Dia



Sábado 14 de Julio de 2018


“AQUÍ ESTOY, ENVÍAME”


PRIMERA LECTURA

ISAÍAS 6, 1-8

“Yo, hombre de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos”

El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo. Y vi serafines en pie junto a él, cada uno con seis alas: con dos alas se cubrían el rostro, con dos alas se cubrían el cuerpo, con dos alas se cernían. Y se gritaban uno a otro, diciendo: "¡Santo, santo, santo, el Señor de los ejércitos, la tierra está llena de su gloria!" Y temblaban los umbrales de las puertas al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo. Yo dije: "¡Ay de mí, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos." Y voló hacia mí uno de los serafines, con un ascua en la mano, que había cogido del altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo: "Mira: esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado." Entonces escuché la voz del Señor, que decía: "¿A quién mandaré? ¿Quién irá por mí?" Contesté: "Aquí estoy, mándame."

  Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL: 92

R/ El Señor reina, vestido de majestad.


El Señor reina, vestido de majestad,

el Señor, vestido y ceñido de poder. R.


Así está firme el orbe y no vacila.

Tu trono está firme desde siempre,

y tú eres eterno. R.


Tus mandatos son fieles y seguros;

la santidad es el adorno de tu casa,

Señor, por días sin término. R.


EVANGELIO DEL DÍA

MATEO 10, 24-33


“No tengáis miedo a los que matan el cuerpo”

En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles: "Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de la casa lo han llamado Belzebú, ¡cuanto más a los criados! No les tengáis miedo, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche, decidlo en pleno día, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que pueda destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo no cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros, hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay comparación entre vosotros y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo".  

Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Aquí estoy, envíame

 La primera lectura narra a un Dios grande, santo, poderoso, que supera con creces el ámbito humano y se las arregla para llegarse hasta su criatura y proponerle ser su mensajero, su profeta. El elegido experimenta su limitación, la distancia que le separa de su Señor. Es hombre de labios impuros y habita en medio de un pueblo impuro, “ay de mí, estoy perdido”. Pero el Señor cura su debilidad y su pecado y le da fuerza para aceptar su llamado y cumplir su misión. Desde ese momento está en la capacidad de responder afirmativamente al Dios que lo llama: “Aquí estoy, Señor, envíame”. Sabe que Dios lo acompañará siempre.

En el evangelio, la frase “no teman” evoca, desde antiguo, el auxilio divino, y Jesús lo dice a sus discípulos para que superen el “miedo” a la persecución, ingrediente seguro que aparecerá en su misión. Miedo que no debe silenciar el obligado mensaje que hay que proclamar a todo el mundo: la Buena Noticia de que Dios es Padre de todos y a todos ama. Porque habrá gente que, cegada de odio, quiera callar para siempre al evangelizador, buscando acabar con su vida. Mas nuestro Padre Dios sabe cuidar de todos sus hijos, ésa es nuestra certeza, y, a la postre, es lo que fundamenta la misión y hace que ésta supere las dificultades. Como dice el papa Francisco: “No tengamos miedo de apostar por Cristo y su Evangelio”.

“No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, a quien parece más lejano, más indiferente. El Señor busca a todos…” 

Oración: Señor, dame fortaleza, fe y amor para dar testimonio del Reino con mi vida. Sé que me costará, pero contigo a mi lado todo lo puedo. Amén.

“No tengamos miedo de apostar por Cristo y su Evangelio”



No hay comentarios.:

Publicar un comentario