lunes, 6 de noviembre de 2017

El Evangelio del Día

Reflexión 
Con este pasaje de la Escritura, Jesús nos invita a poner nuestros ojos en tantos hermanos nuestros que necesitan de nuestra comprensión y de nuestra amistad, de ser reconocidos como personas y no como objetos. Nuestro mundo nos empuja a la superficialidad. 

Todos los días en los cruceros de las calles nos encontramos con niños, jóvenes e incluso adultos que buscan, más que nuestro dinero -el cual puede ser mal usado-, nuestra amistad y comprensión. Hombres y mujeres que para la generalidad de los ciudadanos, no son otra cosa que "una molestia". Para el cristiano, ellos son los sujetos de nuestro amor, de nuestra compasión. 

No basta sacar una moneda para con ello tranquilizar nuestras conciencias, es necesario, como nos lo dice hoy el Evangelio, hacer algo más. Pensemos, según nuestros dones y carismas, ¿qué podríamos hacer en concreto con nuestros hermanos necesitados? 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Shalom!

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