lunes, 13 de noviembre de 2017

El Evangelio del Dia

PRIMERA LECTURA

La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres. El Espíritu del Señor llena toda la tierra.

Del libro de la Sabiduría 1, 1-7 

Amen la justicia, ustedes, los que gobiernan la tierra, piensen bien del Señor y con sencillez de corazón búsquenlo. Él se deja hallar por los que no dudan de Él y se manifiesta a los que en Él confían.
Los pensamientos perversos apartan de Dios, y los insensatos, que quieren poner a prueba el poder divino, quedan en ridículo. La sabiduría no entra en un alma malvada, ni habita en un cuerpo sometido al pecado. El santo espíritu, que nos educa, y huye de la hipocresía, se aleja de la insensatez y es rechazado por la injusticia.
La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres, pero no dejará sin castigo al que blasfema, porque Dios conoce lo más íntimo del alma, observa atentamente el corazón y escucha cuanto dice la lengua. El Espíritu del Señor llena toda la tierra, le da consistencia al universo y sabe todo lo que el hombre dice.

Palabra de Dios.

El  Evangelio del Día

Si tu hermano te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo.

Lucas 17, 1-6


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No es posible evitar que existan ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca! Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado.
Si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo”.
Los apóstoles dijeron entonces al Señor: “Auméntanos la fe”. El Señor les contestó: “Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, y les obedecería”.

Palabra del Señor.

CRITERIOS PARA SER VERDADEROS APÓSTOLES

El sabio y el necio son los dos polos sobre los que gravita el tema de la primer lectura. El primero es quien actúa con justicia, sencillez de corazón y confía plenamente en Dios; el segundo, por el contrario, se hunde en las pasiones terrenas, ofende a Dios y confía únicamente es sus perversos pensamientos. Y lo que la Palabra de Dios nos invita es a que busquemos la sabiduría para que actuemos conforme al querer de Dios.
De la serie de instrucciones que Jesús da a sus discípulos hoy, destacamos tres: sobre el pecado, sobre el perdón y sobre la fe. No debemos alarmar porque exista el pecado, siempre lo ha habido y seguirá habiendo, lo que los discípulos de Jesús deben hacer es no comulgar con este tipo de actitudes, sobre todo si las mismas son ocasiones de escándalo para los más débiles en la fe, pues el castigo es terrible. Contrasta con el anuncio del castigo la invitación a perdonar a quien se arrepiente. Hasta quien ha causado escándalo puede ser redimido de su pecado si su actitud es de conversión sincera. Todo momento y lugar es bueno para perdonar y pedir perdón. Y la fe debe movernos a una constante revisión sobre nuestros progresos en esta virtud. Es tan poca la fe que tenemos, que no alcanza a ser como la más pequeña semilla, pero si es asumida con radicalidad puede hacer cosas maravillosas. ¿De qué tamaño es nuestra fe?

¿Qué tanto le pedimos a Dios, como lo hicieron los discípulos, que aumente nuestra fe?

Oración: Señor, perdóname por todas las veces en que he sido ocasión de pecado y dame la bondad y el amor necesario para que yo también perdone de corazón a los demás.

Amén.

Shalom!

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