Jueves
31 Enero del 2019
“Si
algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz”
Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos 10,19-25:
Teniendo entrada
libre al santuario, en virtud de la sangre de Jesús, contando con el camino
nuevo y vivo que él ha inaugurado para nosotros a través de la cortina, o sea,
de su carne, y teniendo un gran sacerdote al frente de la casa de Dios,
acerquémonos con corazón sincero y llenos de fe, con el corazón purificado de
mala conciencia y con el cuerpo lavado en agua pura. Mantengámonos firmes en la
esperanza que profesamos, porque es fiel quien hizo la promesa; fijémonos los
unos en los otros, para estimularnos a la caridad y a las buenas obras. No
desertéis de las asambleas, como algunos tienen por costumbre, sino animaos
tanto más cuanto más cercano veis el Día.
Palabra de Dios.
Salmo Responsorial
Sal 23,1-2.3-4ab.5-6
R/. “Este es el grupo que viene a tu
presencia, Señor”
Del Señor es la
tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus
habitantes:
él la fundó sobre
los mares,
él la afianzó sobre
los ríos. R/.
¿Quién puede subir
al monte del Señor?
¿Quién puede estar
en el recinto sacro?
El hombre de manos
inocentes y puro corazón,
que no confía en
los ídolos. R/.
Ése recibirá la
bendición del Señor,
le hará justicia el
Dios de salvación.
Éste es el grupo
que busca al Señor,
que viene a tu
presencia, Dios de Jacob. R/.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Marcos
4,21-25
En aquel tiempo,
dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo debajo del
celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde
algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a
la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Les dijo también:
«Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y
con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará
hasta lo que tiene.»
Palabra del Señor.
Reflexión del Evangelio de hoy
Quien hizo la promesa es fiel
Ya desde tiempo de
la primera comunidad, seguramente que algunos de los cristianos pensaban, como
lo hacen hoy en día, que no es necesario el asistir a la Iglesia dominicalmente,
que basta con creer en Cristo (hoy incluso solo dicen creer en Dios), por ello
el autor de la Carta invita con vehemencia a no dejar de asistir a la asamblea
dominical.
Ciertamente es
fundamental la creencia en Cristo, sin embargo, es en la asamblea dominical, en
la Misa, en la celebración de la palabra, en donde se da el culto perfecto a
Dios, y al escuchar la Palabra y recibir el Pan( Jesús Resucitado) se fortalece
la fe, la esperanza y la caridad. Además, es la oportunidad de convivir con los
hermanos que creen como nosotros y que están buscando vivir el Evangelio, es la
oportunidad para crecer en el amor y la alegría fraterna.
No dejemos nuestra
Celebración Eucarística o celebración de la palabra cada domingo, recordemos
las palabra de Jesús: "Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida
eterna".
Se le quitará hasta lo que tiene
Jesús en este
pasaje nos da dos enseñanzas, la primera sobre nuestro ser cristiano, el cual
debe notarse y la segunda, sobre la caridad y el respeto a los demás. Quisiera
insistir en la primera, que es la base para la segunda.
No basta ser
bautizados, dentro de nosotros se esconde un misterio que tiene que
manifestarse a los demás. Dios ha puesto su Espíritu Santo y su Palabra, en
cada uno de nosotros, como una luz que no puede quedarse sólo en nuestro
corazón, sino que ha de ser conocida y amada por toda la humanidad. En la
medida que dejemos que el Espíritu dirija nuestra vida y hablemos de Jesús a
los que nos rodean, en esa medida la luz brilla y el reino de los cielos va
siendo una realidad.
No tengamos miedo
de dejar que Jesús y la vida en el Espíritu se transparenten en nosotros. Somos
el instrumento por el cual el mundo conocerá de una manera más clara a Dios.
¿Es tu vida un reflejo de la vida del Espíritu?
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