miércoles, 10 de octubre de 2018

Evangelio del Dia

Jueves 11 de Octubre de 2018


“EL FUNDAMENTO DE NUESTRA FE”


PRIMERA LECTURA

GÁLATAS 3, 1-5

“¿Recibisteis el Espíritu por observar la ley, o por haber respondido a la fe?

¡Insensatos gálatas! ¿Quién os ha embrujado? ¡Y pensar que ante vuestros ojos presentamos la figura de Jesucristo en la cruz! Contestadme a una sola pregunta: ¿recibisteis el Espíritu por observar la ley, o por haber respondido a la fe? ¿Tan estúpidos sois? ¡Empezasteis por el espíritu para terminar con la carne! ¡Tantas magníficas experiencias en vano! Si es que han sido en vano. Vamos a ver: Cuando Dios os concede el Espíritu y obra prodigios entre vosotros, ¿por qué lo hace? ¿Porque observáis la ley, o porque respondéis a la fe? 

Palabra del Señor.


SALMO RESPONSORIAL: Interleccional: Lucas 1 69-75

R. / "Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo"


Nos ha suscitado una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas. R.


Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza. R.


Y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia,  en su presencia, todos nuestros días. R.

Abre, Señor, nuestro corazón, 
Para que aceptemos las palabras de tu Hijo.

EVANGELIO DEL DÍA

LUCAS 11, 5-13

“Pedid y se os dará”

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene a medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle", y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada, mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos". Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.


Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe; quien busca, halla, y al que llama, se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?" 

Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

El fundamento de nuestra fe

La experiencia de la fe es dinámica, está en constante movimiento y tiene vida propia. Para el cristiano, la fe va siempre hacia adelante, hacia realidades cada vez mejores, hacia la vivencia de la santidad. Sin embargo, el movimiento de la fe que no aspira al encuentro con Dios nos puede llevar a retrocesos, de ahí la necesidad de estar vigilantes y realizar un discernimiento espiritual serio, pues existe la tentación de poner nuestra fe en realidades solamente humanas. Por este motivo Pablo nos invita a no caer en la esclavitud de las normas y nos exhorta a centrar nuestra fe en Jesús, Dios y hombre verdadero, encarnado para nuestra salvación, muerto y resucitado para que todos tengamos la posibilidad de la vida eterna. Esto es el fundamento de nuestra fe. Una de las características de nuestro tiempo es la “dispersión”, es decir, la falta de concentración, la búsqueda de diversas actividades que estimulen nuestros sentidos, la apuesta por diversos frentes de responsabilidad. Todo esto hace que vivamos en una cierta superficialidad, incluso en lo que tiene que ver con la vida espiritual. En cambio, otra es la dinámica de la oración. Pues ésta exige concentración de pensamiento y de sentimientos, insistencia, aguardar pacientemente la respuesta; es una experiencia profunda de fe que nos lleva al diálogo cálido y fraterno con el Creador, que nos escucha siempre.

“Ésta es la oración: pedir, buscar y llamar al corazón de Dios. Y el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden con fe” (Papa Francisco).

Oración: Padre Dios, danos la gracia de la verdadera oración, y haz que nuestras súplicas sean atendidas convenientemente, según tu voluntad. Amén.


“Una experiencia profunda de fe nos lleva al dialogo cálido y fraterno con el Creador, que nos escucha siempre”

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