jueves, 11 de octubre de 2018

Evangelio del Dia

Viernes 12 de Octubre de 2018

“JESÚS ES MAS FUERTE QUE EL MAL”


PRIMERA LECTURA

GÁLATAS 3, 7-14

“Son los hombres de fe los que reciben la bendición con Abrahán, el fiel”

Hermanos: Comprended de una vez que hijos de Abrahán son los hombres de fe. Además, la Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, le adelantó a Abrahán la buena noticia: "Por ti serán benditas todas las naciones." Así que son los hombres de fe los que reciben la bendición con Abrahán, el fiel. En cambio, los que se apoyan en la observancia de la ley tienen encima una maldición, porque dice la Escritura: "Maldito el que no cumple todo lo escrito en el libro de la ley." Que en base a la ley nadie se justifica ante Dios es evidente, porque lo que está dicho es que "el justo vivirá por su fe", y la ley no arranca de la fe, sino que "el que la cumple vivirá por ella." Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose por nosotros un maldito, porque dice la Escritura: "Maldito todo el que cuelga de un árbol." Esto sucedió para que, por medio de Jesucristo, la bendición de Abrahán alcanzase a los gentiles, y por la fe recibiéramos el Espíritu prometido. 

Palabra del Señor.


SALMO RESPONSORIAL: 110

R. / "El Señor recuerda siempre su alianza"

Doy gracias al Señor de todo corazón, en compañía de los rectos, en la asamblea. Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman. R.


Esplendor y belleza son su obra,su generosidad dura por siempre;ha hecho maravillas memorables, el Señor es piadoso y clemente. R.


Él da alimento a sus fieles, recordando siempre su alianza; mostró a su pueblo la fuerza de su obrar, dándoles la heredad de los gentiles. R.


EVANGELIO DEL DIA

LUCAS 11, 15-26

“Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros”

En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: "Si echa los demonios, es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios". Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. El, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina, y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿como mantendrá su reino? Vosotros decís que yo hecho los demonios con el poder de Belzebú; y si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero si yo echo les demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo, está contra mí; el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "volveré a la casa de donde salí". Al volver se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio".  

Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Jesús es más fuerte que el mal

“Por ti serán bendecidas todas las naciones”. Es la gran noticia, la esperanzadora revelación que Dios hizo a su fiel amigo Abrahán, quien creyó en el Señor, y por su fe, más que por cumplir una ley, fue declarado justo. Esta promesa hecha al patriarca, Dios la cumple plenamente en Cristo crucificado. Pues en el madero de la cruz son bendecidos todos los pueblos que, por la fe en el Resucitado, han sido liberados del pecado, reconciliados con Dios, rescatados de la muerte y justificados para la vida eterna. Seamos también nosotros fieles a su Palabra, a su voluntad. Jesucristo es el Señor, el ungido por el Espíritu Santo, a quien el Padre concedió todo su poder, por eso “expulsa a los demonios” con el dedo de Dios.

Apoyados en esta verdad crece nuestra fe y se afirma nuestra esperanza. Cierto es que nos vemos acosados por el mal que anida en nuestro corazón: soberbia, avaricia, ira, envidia… y por el mal que flota en el ambiente y nos empuja al pecado. Pero nos sentimos respaldados por el más fuerte, por Cristo, vencedor del mal, en todas sus manifestaciones y vencedor de la muerte. La fuerza de su resurrección nos sostiene, nos libera, es la garantía de nuestra auténtica libertad. Si le conocemos mediante la oración y la escucha de la Palabra, nos fiamos de Él, nuestra fe se agiganta y crece nuestra alegría.

¿Reconozco que sólo la fe en el Señor me abre las puertas de la salvación? ¿Qué acciones prácticas me ayudan a combatir el mal en mí mismo y en la sociedad?

Oracion: Señor Jesús, aumenta mi fe para que el mal no me enrede con sus falsos argumentos que me lleven por el camino de la duda y la infidelidad. Amén.


“Roguemos a Dios que se aumente nuestra fe para que el mal no nos enrede con sus falsos argumentos”

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