miércoles, 17 de octubre de 2018

Evangelio del Día

Miércoles 17 de Octubre de 2018

“LOS DETALLES Y LO ESENCIAL”


PRIMERA LECTURA
GÁLATAS 5, 18-25

“Los que son de Cristo han crucificado su carne con sus pasiones”

Hermanos: Si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la ley. Las obras de la carne están patentes: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, enemistades, contiendas, envidias, rencores, rivalidades, partidismo, sectarismo, discordias, borracheras, orgías y cosas por el estilo. Y os prevengo, como ya os previne, que los que así obran no heredarán el reino de Dios. En cambio, el fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí. Contra esto no va la ley. Y los que son de Cristo Jesús han crucificado su carne con sus pasiones y sus deseos. Si vivimos por el Espíritu, marchemos tras el Espíritu. 

 Palabra del Señor.


SALMO RESPONSORIAL: 1
R. / "El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida"

Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.


 EVANGELIO DEL DÍA

LUCAS 11, 42-46

“¡Ay de vosotros, fariseos! ¡ay de vosotros, juristas!”

En aquel tiempo dijo el Señor: "¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!" Un jurista intervino y le dijo: "Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros". Jesús replicó: "¡Ay de vosotros también, juristas que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!" 

Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

Los detalles y lo esencial

Las lecturas de hoy tienen como hilo conductor la LEY. Por un lado está la “ley de la carne” y por otro lado está la “ley del Espíritu”. Teniendo en cuenta esta distinción, Pablo afirma que mientras la ley de la carne genera las pasiones más bajas en el ser humano, ley de Cristo, en cambio, despierta los más hermosos sentimientos que anidan el corazón del hombre. En la ley de la carne se encuentran todos aquellos que, como los fariseos, se esmeran por vivir según el legalismo (sólo lo que dice la norma, sin reflexionar por su sentido humanizador), aparentar lo que no son, buscando el reconocimiento de la gente y, por último, no practicar lo que predican. Esto es lo que desaprueba Jesús. En la ley del Espíritu, en cambio, están inmersos quienes ponen por encima de todo el amor, tanto a Dios, en el culto, como a los hermanos, en el servicio.

El problema es que la ley del Espíritu no suele gustar, porque implica cargar con la cruz de cada día. Y sólo es llevadera si estamos unidos a Cristo. Porque la ley de Cristo es amor derramado a pesar del peso de la cruz, a pesar del sufrimiento. La ley de Cristo es amor, por encima de todo, el cual produce en medio del sufrimiento: alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí. “Ninguna ley existe que vaya en contra de estas cosas”.

 ¿Al mirar la lista de vicios o frutos que enumera san Pablo en la lectura, en mis actividades diarias actúo más según el Espíritu o según la carne?

Oración : Señor Jesús, tú que actúas según la voluntad de Dios y no por complacer los deseos humanos, dame la gracia de seguir en todo momento la ley del amor que nace por acción del Espíritu. Amén.

“En la ley del Espíritu están inmersos quienes ponen por encima de todo el amor tanto a Dios como a los hermanos”

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