Domingo
2 de Febrero del 2019
“Te
constituí profeta de las naciones”
Primera lectura
Lectura del Profeta Jeremías 1, 4-5. 17-19
En los días de
Josías, recibí esta palabra del Señor:
Antes de formarte
en el vientre, te escogí,
antes de que
salieras del seno materno, te consagré:
Te nombré profeta
de los gentiles.
Tú cíñete los
lomos,
ponte en pie y
diles lo que yo te mando.
No les tengas
miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos.
Mira: yo te
convierto hoy en plaza fuerte,
en columna de
hierro, en muralla de bronce,
frente a todo el
país:
Frente a los reyes
y príncipes de Judá,
frente a los
sacerdotes y la gente del campo;
lucharán contra ti,
pero no te podrán,
porque yo estoy
contigo para librarte,
–oráculo del
Señor–.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial
Sal 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15ab y 17
R.” Mi boca anunciará tu salvación”
A ti, Señor, me
acojo:
no quede yo
derrotado para siempre;
tú que eres justo,
líbrame y ponme a salvo,
inclima a mí tu
oído, y sálvame. R.
Sé tú mi roca de
refugio,
el alcázar donde me
salve,
porque mi peña y mi
alcázar eres tú,
Dios mío, líbrame
de la mano perversa. R.
Porque tú, Dios
mío, fuiste mi esperanza
y mi confianza,
Señor, desde mi juventud.
En el vientre
materno ya me apoyaba en ti,
en el seno, tú me
sostenías. R.
Mi boca contará tu
auxilio,
y todo el día tu
salvación.
Dios mío, me
instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato
tus maravillas. R.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del Apóstol San
Pablo a los Corintios 12, 31 - 13, 13
Hermanos:
Ambicionad los
carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino mejor.
Ya podría yo hablar
las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que
un metal que resuena o unos platillos que aturden.
Ya podría tener el
don de predicción y conocer todos los secretos y todo el saber; podría tener fe
como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada.
Podría repartir en
limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor de nada
me sirve.
El amor es
comprensivo, el amor es
servicial y no tiene envidia; el amor no presume
ni se engríe; no es mal educado
ni egoísta; no se irrita, no
lleva cuentas del mal; no se alegra de la
injusticia, sino que goza con
la verdad. Disculpa sin
límites, cree sin límites, espera sin límites,
aguanta sin límites.
El amor no pasa
nunca.
¿El don de
predicar? –se acabará.
¿El don de lenguas?
–enmudecerá.
¿El saber? –se
acabará.
Porque inmaduro es
nuestro saber e inmaduro nuestro
predicar; pero cuando venga
la madurez, lo inmaduro se
acabará.
Cuando yo era niño,
hablaba como un niño, sentía como un
niño, razonaba como un niño.
Cuando me hice un
hombre, acabé con las cosas
de niño.
Ahora vemos como en
un espejo de adivinar; entonces veremos
cara a cara.
Mi conocer es por
ahora inmaduro, entonces podré
conocer como Dios me conoce.
En una palabra quedan la fe, la
esperanza, el amor: estas tres. La más grande es el
amor.
Palabra de Dios
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Lucas
4, 21-30
En aquel tiempo,
comenzó Jesús a decir en la sinagoga:
–Hoy se cumple esta
Escritura que acabáis de oír.
Y todos le
expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de
sus labios.
Y decían:
–¿No es éste el hijo
de José?
Y Jesús les dijo:
–Sin duda me
recitaréis aquel refrán: «Médico, cúrate a ti mismo»: haz también aquí en tu
tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm.
Y añadió:
–Os aseguro que
ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había
muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y
seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de
ellas fue enviado Elías más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón.
Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del
Profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado más que Naamán, el
sirio.
Al oír esto, todos
en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del
pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención
de despeñarlo.
Pero Jesús se abrió
paso entre ellos y se alejaba.
Palabra del Señor
Reflexión
Las lecturas del
día de hoy hace referencia a la
presentación programática del
mensaje cristiano, esta vez relatado
por el evangelista San Lucas que nos presenta a Jesús que como el Profeta enviado
no solo a los judíos sino también
a los hombres y mujeres abiertos a la escucha de la palabra de Dios.
También la, primera lectura de Jeremías hace referencia a esta apertura
del mensaje cristiano a los gentiles.
Cuando Dios le llama, le dice.
“Antes de que salieras del seno materno
te escogí para que fueras profeta de los gentiles”.
Los profetas
trasmiten siempre un mensaje nuevo,
ayudan a enfrentarse a situaciones
nuevas y caducas o viciadas,y anuncian sobre todo la salvación. El evangelio de
hoy presenta Jesús como el Mesías que
anuncia, como los antiguos profetas, un tiempo nuevo, un año de gracia para
liberar a los oprimidos., Es un lenguaje nuevo que tiene como trasfondo el amor
de Dios e invita al seguimiento de Jesús. La clave para esta andadura está
es ese mismo amor reflejado en su
unigénito que a lo largo de su vida
pública es ejemplo de entrega y donación sin límites.
Quizás por eso la segunda lectura de este domingo está tomada de la primera
carta a los Corintios que como
sabemos es un canto al amor que
San Pablo escribe no solo a una
comunidad cristiana sino a toda la humanidad.
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