jueves, 9 de agosto de 2018

Evangelio del Día




Jueves 09 de Agosto de 2018

PRIMERA LECTURA

Haré una alianza nueva, y no recordaré sus pecados

Lectura del Profeta Jeremías 31, 31-34

Mirad que llegan días—oráculo del Señor— en que haré con la casa de Israel y la
casa de Judá una alianza nueva.
No como la que hice con vuestros padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: Ellos, aunque yo era su Señor, quebrantaron mi alianza;—oráculo del  Señor—. Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días—oráculo del Señor—: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones;yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: Reconoce al Señor.
Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande —oráculo del Señor— cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados.
Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL

Salmo Responsorial Sal 50, 12-13. 14-15. 18-19

R/. “Oh Dios, crea en mí un corazón puro”

Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu
firme;no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/.

V/. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso.
Enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. R/.

V/. Los sacrificios no te satisfacen;si te ofrecieran un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado, un corazón quebrantado y humillado tú no
lo desprecias. R/.




EVANGELIO DEL DÍA

Tú eres Pedro y te daré las llaves del Reino de los cielos

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 16, 13-23

En aquel tiempo llegó Jesús a la región de Cesarea de Felipe y preguntaba a sus
discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre? Ellos contestaron:
Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.
El les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo ? Simón Pedro tomó la palabra
y dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
Jesús le respondió: ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás! , porque eso no te lo ha
revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder
del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del Reino de los cielos;lo que ates en la tierra, quedará atado en el
cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.
Desde entonces empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén
y padecer allí mucho por parte de los senadores, sumos sacerdotes y letrados, y
que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: ¡No lo permita Dios, Señor! Eso no
puede pasarte.
Jesús se volvió y dijo a Pedro: quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar;
tú piensas como los hombres, no como Dios.

Palabra del Señor

REFLEXIÓN

¿Cómo se conoce a Cristo?

El mensaje de la primera lectura se resume en una palabra: alianza. Dios ofrece a su pueblo hacer una alianza con ciertas condiciones: cumplir unos mandatos, que son los caminos que llevan a vivir bien y con sentido, y Él se compromete a ser su Dios, a amarlos y protegerlos. La primera alianza fracasó, porque estuvo escrita en piedra, la nueva alianza, escrita en el corazón, perdura hasta la eternidad, porque está sellada con el amor y la sangre de su Hijo que nos recuerda en cada Eucaristía, donde nos vuelve a decir que nos ama hasta el extremo y que nada ni nadie nos podrá apartar de su amor: “Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo”.

“Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?”. ¡Hasta da cierto temor de responder! Pues, según sea nuestra respuesta ha de ser nuestra vida. En efecto, salvando las distancias, a cualquiera de nosotros nos puede pasar lo mismo que a Pedro. Confesar sinceramente a Jesús como nuestro único Dios, nuestro salvador, “Camino, Verdad y Vida”, y, al mismo tiempo, no entender y rechazar su palabra, su mensaje, sus mandamientos, haciéndonos así merecedores de su regaño: “Apártate de mí, Satanás”. Suele pasar, porque, como dice Benedicto XVI: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida”. Ese horizonte es la fe, y llegar a conocer a Jesús, finalmente, es un don de Dios.

 ¿Cuál es tu acción concreta para conocer a Jesús? ¿Cómo das testimonio de la vida de Jesús?

Oración: Gracias, Señor, porque siendo Hijo de Dios, has dado tu vida por mí, porque me amas. Amén.

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