Reflexión
Las instrucciones de Jesús a sus discípulos es el reflejo de las difíciles condiciones de persecución a las que estaban sometidas las comunidades. Si el pasaje evangélico invita a la concordia y a la paz, es porque las discordias entre los creyentes y sus familias, amigos y vecinos, por causa de Jesús, es una realidad recurrente. Y en la tarea de llevar la Palabra de Dios a todos, no hay esfuerzo pequeño ni empresa perdida, de tal forma que hasta el más pequeño acto efectuado en su nombre producirá frutos de bien. Cada quien, desde su misión específica, hace un aporte significativo al proyecto de salvación. El secreto de dicha eficacia radica, precisamente, en la constancia. Es preciso hacer algo cada día, aunque sea un gesto muy pequeño, en esto consiste la fidelidad.
¿Mi fe es un sustituto pasivo de mi compromiso o mi fuerza para continuar fiel al testimonio evangélico?
Oacion: Señor Jesús, permítenos serte siempre fieles en todo momento, y no caer en la tentación de la soberbia, el orgullo, la vanidad y el egoísmo.
Amen
SHALOM!
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