sábado, 16 de marzo de 2019

Domingo 17 de Marzo: Evangelio del Día

Domingo 17 de Marzo del 2019

“ Una mirada contemplativa ”



Primera lectura

Lectura del libro del Génesis 15, 5-12. 17-18

En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrán y le dijo:
–Mira al cielo, cuenta las estrellas si puedes.
Y añadió:
–Así será tu descendencia.
Abrán creyó al Señor y se le contó en su haber.
El Señor le dijo:
–Yo soy el Señor que te sacó de Ur de los Caldeos, para darte en posesión esta tierra.
El replicó:
–Señor Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla?
Respondió el Señor:
–Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.
Abrán los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no escuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres y Abrán los espantaba.
Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán y un terror intenso y oscuro cayó sobre él.
El sol se puso y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados.
Aquel día el Señor hizo alianza con Abrán en estos términos:
–A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 26, 1. 7-8a. 8b-9abc. 13-14

R. El Señor es mi luz y mi salvación.


El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R.

Escúchame, Señor, que te llamo,
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón:
«Buscad mi rostro.» R.

Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro;
no rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio. R.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R.


Segunda lectura

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 3, 17-4, 1

Hermanos:
Seguid mi ejemplo y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en mí.
Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo:
su paradero es la perdición;
su Dios, el vientre;
su gloria, sus vergüenzas.
Sólo aspiran a cosas terrenas.
Nosotros por el contrario somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo.
El transformará nuestra condición humilde, según el modelo de su condición gloriosa, con esa energía que posee para sometérselo todo.
Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona manteneos así, en el Señor, queridos.

Palabra de Dios


Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 28b-36

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago a lo alto de una montaña, para orar. Y mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos.
De repente dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que aparecieron con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y espabilándose vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
–Maestro, qué hermoso es estar aquí. Haremos tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
No sabía lo que decía.
Todavía estaba hablando cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía:
–Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle.
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio de hoy

Revitalizar nuestra fe

      Si el domingo pasado se nos recordaba nuestra identidad cristiana como parte fundamental de nuestro ser, las lecturas de este domingo nos invitan a tomar conciencia de que esa identidad no la poseemos todavía. Aunque la hayamos recibido como herencia, la tenemos que hacer nuestra. La fe nos viene dada por haber nacido en una familia cristiana, la fe pertenece a nuestra herencia cultural, pero es nuestra responsabilidad convertir esa herencia en una realidad viva. Del mismo modo que nuestros mayores la vivieron y a través de ellos, de su testimonio vital, la hemos recibido, igualmente sólo seremos capaces de entregársela a la próxima generación en la medida en que la fe forme parte de nuestra vida cotidiana.

      El Evangelio de hoy nos relata la historia de la transfiguración. El hecho de que Jesús se transfigurara ante los apóstoles pone de manifiesto que aquellos no poseían todavía la fe plena.No eran capaces de verle tal cual era. No eran capaces de verle todavía con los ojos de la fe. Lo veían apenas como un hombre. Un hombre grande, ciertamente. Pero apenas un hombre. Jesús se transfigura delante de ellos para que se den cuenta de quien es. A los apóstoles les queda todavía un largo camino de maduración en la fe, de ir creciendo al lado de Jesús, de aprender a vivir de acuerdo con el Evangelio. Lo mejor de esta historia es que Jesús no les deja solos en ese proceso. Está con ellos, los acompaña, los ayuda, los orienta. Es paciente con sus errores. Cuando caen, los levanta y los anima para que sigan caminando con él. La transfiguración no es más que una etapa en el camino de seguir a Jesús. Suben al monte y luego bajan. Sigue el camino, a veces difícil, pero los apóstoles saben ahora que tienen a Jesús con ellos. Que no les va a dejar de su mano.

      Nosotros estamos en una situación parecida. De nuestros padres, de nuestros mayores, hemos recibido una herencia cristiana, una herencia de fe. Fue el mejor tesoro que nos pudieron dar. Nos lo dieron con amor. Ahora es nuestra responsabilidad que esa fe esté viva, que ser cristianos sea algo más que un mero nombre. No siempre es fácil vivir como cristiano. En el trabajo, en casa, con los amigos, con los hijos. A veces surgen problemas. Hay momentos difíciles. Pero sabemos que Jesús siempre está con nosotros. Podemos confiar en él porque nunca nos abandona. En este tiempo de Cuaresma, la Iglesia nos pide que revitalicemos nuestra fe. Para que nuestra herencia cristiana no sea como ese tesoro que se entierra y no sirve para nada. Para que sea como el campo que trabajado, abonado y regado da muchos frutos de vida para nosotros y para nuestras familias.

Para la reflexión

      Ser cristiano, vivir y actuar como tal, ¿es algo que sólo es de los domingos por la mañana, cuando voy a misa? ¿Que significa para mí ser cristiano en el trabajo? ¿Y con mi familia, con mis hijos? ¿Qué tendría que cambiar en mi vida para que ser cristiano algo más que de nombre?

viernes, 15 de marzo de 2019

Sábado 16 de Marzo: Evangelio del Día


Sábado 16 de Marzo del 2019

“ Si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ”



Primera lectura

Lectura del libro del Deuteronomio 26,16-19

Moisés habló al pueblo, diciendo: «Hoy te manda el Señor, tu Dios, que cumplas estos mandatos y decretos. Guárdalos y cúmplelos con todo el corazón y con toda el alma. Hoy te has comprometido a aceptar lo que el Señor te propone: Que él será tu Dios, que tú irás por sus caminos, guardarás sus mandatos, preceptos y decretos, y escucharás su voz. Hoy se compromete el Señor a aceptar lo que tú le propones Que serás su propio pueblo, como te prometió, que guardarás todos sus preceptos, que él te elevará en gloria, nombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho, y que serás el pueblo santo del Señor, como ha dicho.»

Palabra de Dios


Salmo

Sal 118,1-2.4-5.7-8

R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor

Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R/.

Tú promulgas tus decretos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus consignas. R/.

Te alabaré con sincero corazón
cuando aprenda tus justos mandamientos.
Quiero guardar tus leyes exactamente,
tú, no me abandones. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,43-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.»

Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio de hoy

“Serás un pueblo consagrado al Señor, como lo tiene prometido”

Hay que repetirlo cuantas veces sean necesarias. La relación de Dios con la humanidad, en las diversas etapas que ha tenido, es una historia de amor. Por amor creó al hombre, por amor hizo una alianza con el pueblo judío, y por amor hizo una alianza de amor con toda la humanidad a través de su Hijo Jesús.

La primera lectura nos habla de la alianza que el Señor Dios hizo con el pueblo judío: “Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo”. De esta manera, el pueblo judío se comprometió a tener a Dios como su único Dios y hacerle caso en todos los caminos y leyes que le iba a indicar. “Hoy te has comprometido con el Señor a que él sea tu Dios, a ir por sus caminos… y a escuchar su voz”. Son caminos y leyes que nacen del amor y de la sabiduría, buscando la felicidad del pueblo judío. Dios no es un déspota que exige a los judíos unos mandatos arbitrarios. Son leyes, mandatos, caminos que llevan a vivir con alegría, ilusión, felicidad. “Hoy el Señor te compromete a que seas su pueblo propio, como te lo había prometido, y a que guardes sus mandamientos”.

"Amad a vuestros enemigos”

Seguro que cuando empezamos a tener uso de razón cristiana y oímos por primera vez a Jesús “amad a vuestros enemigos”, nos pareció un mandato excesivo e imposible de cumplir por nuestra parte. ¿Cómo amar el enemigo, al que busca y nos hace, si puede, daño y mal? Pero Jesús se mantiene en sus trece. Su argumento principal es que tenemos que imitar a Dios nuestro Padre. Y Dios, nuestro Padre, que es amor y no sabe más que amar, ama a todos sus hijos, hagan el bien o hagan el mal, aunque siga diciendo que el mal es un mal y que no hay que hacerlo. Por eso, “hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos”.

Nuestra relación con los demás, incluso con los enemigos, debe estar presidida por el amor porque también nuestro corazón está hecho para el amor, el único camino para alcanzar nuestra felicidad y nunca llegaremos a esa meta si en nuestro corazón anida un miligramo de odio, de violencia, de desamor hacia cualquier persona. Incluidos los enemigos.

Para que lo consigamos, por si con nuestro débil amor no lo logramos, Jesús nos regala su fuerza amatoria, para que con su amor recibido, amemos a nuestros enemigos. “Ya no soy yo quien ama es Cristo quien ama en mí”. En Cristo y en un cristiano siempre triunfa el amor y nunca el desamor, el odio, el mal.

jueves, 14 de marzo de 2019

Viernes 15 de Marzo: Evangelio del Día


Viernes 15 de Marzo del 2019

“ Tiempo de conversión, tiempo de reconciliación ”






Primera lectura

Libro de Ezequiel 18,21-28

“Así dice el Señor Dios: Si el malvado se convierte de los pecados cometidos y guarda mis preceptos, practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá. No se le tendrán en cuenta los delitos que cometió, por la justicia que hizo, vivirá. ¿Acaso quiero yo la muerte del malvado -oráculo del Señor-, y no que se convierta de su conducta y que viva? Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, imitando las abominaciones del malvado, ¿vivirá acaso?; no se tendrá en cuenta la justicia que hizo: por la iniquidad que perpetró y por el pecado que cometió, morirá.
Comentáis: No es justo el proceder del Señor. Escuchad, casa de Israel: ¿Es injusto mi proceder?, ¿o no es vuestro proceder el que es injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió. Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá”

Palabra de Dios


Salmo

Sal 129,1-2.3-4.5-7a.7bc-8

R/. Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R/.

Si llevas cuenta de los delitos,
Señor, ¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R/.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora. R/.

Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5,20-26

“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: No matarás, y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano imbécil, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama renegado, merece la condena del fuego. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto”.

Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio de hoy

El Verdadero Cristiano


El cristiano, como nos lo muestra este evangelio, es una persona con criterios mucho muy diferentes a los del mundo y va llevando un verdadero progreso en su conversión.

Y es que el cristiano no es solamente una persona buena, que no mata, que no roba, que cumple la Ley de Dios sino que es, ante todo, un hombre o una mujer que está en búsqueda de la santidad, de la perfección, para quien no cabe siquiera el insulto al hermano. Es alguien que encuentra en la reconciliación el verdadero camino hacia la paz y para quien la celebración del culto es más que otra cosa, un encuentro profundo con Dios y con los hermanos.

El tiempo de la cuaresma es un tiempo especial de gracia en el que Dios derrama de una manera particular su amor en nuestros corazones. ¿Por qué no empezar en este período a reconciliarnos entre nosotros, con un profundo deseo de construir la armonía en nuestros trabajos, escuelas y, sobre todo, en nuestras familias?

Feliz camino de Cuaresma.

Paz y bien.

Mira El Evangelio del Día en: https://jc2v.blogspot.com/

miércoles, 13 de marzo de 2019

Jueves 14 de Marzo: Evangelio del Día


Jueves 14 de Marzo del 2019

“ Buscad y encontraréis ”



Primera lectura

Lectura del libro de Ester 14,1.3-5.12-14:

En aquellos días, la reina Ester, temiendo el peligro inminente, acudió al Señor y rezó así al Señor, Dios de Israel: «Señor mío, único rey nuestro. Protégeme, que estoy sola y no tengo otro defensor fuera de ti, pues yo misma me he expuesto al peligro. Desde mi infancia oí, en el seno de mi familia, cómo tú, Señor, escogiste a Israel entre las naciones, a nuestros padres entre todos sus antepasados, para ser tu heredad perpetua; y les cumpliste lo que habías prometido. Atiende, Señor, muéstrate a nosotros en la tribulación y dame valor, Señor, rey de los dioses y señor de poderosos. Pon en mi boca un discurso acertado cuando tenga que hablar al león; haz que cambie y aborrezca a nuestro enemigo, para que perezca con todos sus cómplices. A nosotros, líbranos con tu mano; y a mí, que no tengo otro auxilio fuera de ti, protégeme tú, Señor, que lo sabes todo.»

Palabra de Dios


Salmo

Sal 137,1-2a.2bc.3.7c-8

R/. Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario. R/.

Daré gracias a tu nombre,
por tu misericordia y tu lealtad;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.

Tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7,7-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden! En resumen: Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas.»

Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio de hoy

Queridos amigos.

Rezamos hoy en la primera oración : “Que vivamos siempre según tu voluntad los que sin ti no podemos ni siquiera existir”.

La reina Ester hace esta confesión “Yo he escuchado en los libros de mis antepasados que tú libras siempre a los que cumplen tu voluntad”. Esta es la fe del Pueblo de Dios de la Antigua Alianza trasmitida de generación en generación. Y Jesús dice hoy a sus discípulos: “pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá”. Un padre cuando un hijo le pide algo siempre lo escucha y Dios “mucho más” a los que le pidan cosas buenas.

Seguramente también nosotros hemos experimentado en nuestra vida el poder de la oración hecha con confianza, y hemos contemplado las maravillas de Dios. Y podremos exclamar con la reina Ester: “Bendito seas Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob…”, es decir reconocer hoy también que somos grandemente bendecidos, e incluso afirmar que toda nuestra vida es una “bendición”, y repetir con el Salmista: “Te doy gracias, Señor, de todo corazón porque escuchaste las palabras de mi boca”.

La oración para el cristiano es como el aire que respiramos: sin aire nos morimos, sin la oración estamos vacíos y somos como el cardo en la estepa. Pero atención: antes  de saber cómo hay que orar, importa mucho más saber cómo “no cansarse nunca”, no desanimarse nunca, ni deponer las armas ante el silencio aparente de Dios. Así lo dice Jesús: “todo lo que pidáis con fe lo obtendréis”.

“Un joven discípulo se acerca a su maestro y le pregunta: -Maestro, yo quiero encontrar a Dios”. El Maestro le contesta: - Vuelve mañana. Cada día el muchacho hacía la misma petición: -”Maestro, yo quiero encontrar a Dios”.

Entonces el Maestro le invitó a ir con él al río. Entraron en el agua. Hacía mucho calor. -“Mete tu cabeza en el agua”, le ordenó el Maestro. El obedeció y cuando estaba sumergido el Maestro le agarró fuertemente y le mantuvo sumergido. Comenzó el joven a agitarse y forcejear desesperado.

-“¿Qué te pasaba cuando estabas debajo del agua? ¿Qué es lo que más necesitabas? -Aire, contestó él. -Querido amigo, cuando desees a Dios de la misma manera, lo encontrarás.

Siguió diciendo el Maestro: -Si no tienes una sed ardiente de Dios, como lo único importante en la vida, de nada te servirán tus libros ni mis enseñanzas”.

martes, 12 de marzo de 2019

Miércoles 13 de Marzo: Evangelio del Día


Miércoles 13 de Marzo del 2019

“ Que cada cual se convierta de su mal camino ”




Primera lectura

Lectura de la profecía de Jonás 3,1-10:

Vino la palabra del Señor sobre Jonás: «Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo.»

Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!»

Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco, grandes y pequeños.
Llegó el mensaje al rey de Nínive; se levantó del trono, dejó el manto, se cubrió de saco, se sentó en el polvo y mandó al heraldo a proclamar en su nombre a Nínive: «Hombres y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, que no pasten ni beban; vístanse de saco hombres y animales; invoquen fervientemente a Dios, que se convierta cada cual de su mala vida y de la violencia de sus manos; quizá se arrepienta, se compadezca Dios, quizá cese el incendio de su ira, y no pereceremos.»
Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial

Sal 50,3-4.12-13.18-19

R/. “Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias”

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias. R/.


Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 11,29-32

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.»

Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio de hoy

No se le dará más signo

Queridos amigos.

Muchos cristianos hacemos como los oyentes de Jesús: queremos ver signos. Buscamos signos espectaculares y maravillosos, garantías, para creer en Dios y reconocernos pecadores y necesitados de la misericordia divina. Necesitamos alimentar nuestra fe en apariciones o revelaciones de la Virgen o de algún santo o santa. Y somos muy dados a dar crédito a tales cosas, y no valoramos tanto la revelación de Dios que está en la Biblia.

Jesús es la señal del amor de Dios para nosotros: él vivió entre nosotros haciendo el bien a todos, nos enseñó el camino de Dios, y, clavado en la Cruz de pies y manos, entregó su vida por nosotros. Ante la Cruz de Jesús todos estamos llamados a decidir si cerramos el corazón o lo abrimos a una nueva vida. Muchos vendrán de remotas lejanías –desde el pecado, desde otras mentalidades, desde otras culturas- para aprender la sabiduría del Crucificado, y nosotros que ya le conocemos podremos quedar fuera porque seguimos buscando señales de la presencia de Jesús fuera.  No busquemos más señales cuando ya tenemos con nosotros la mejor señal –Jesucristo- que podemos ir redescubriendo cada día.

La Cuaresma es una buena oportunidad para ir conociendo más íntimamente a Jesús meditando diariamente su Palabra. Durante este tiempo se nos invita a escuchar con atención y devoción la Palabra de Vida y dejar que la fuerza salvadora de la Palabra de Jesús penetre en nuestro corazón y lo vaya cambiando.  Y así como las palabras de Jonás movieron a los ninivitas al arrepentimiento y la conversión,  así también la Palabra de Jesús realizará nuestra conversión si la acogemos con fe, porque “aquí hay uno que es más que Jonás”, dijo Jesús a su generación.  Y esa conversión producirá en nosotros la salud como regalo, es decir la paz, la alegría, la esperanza  y los deseos de hacer el bien a los demás.

lunes, 11 de marzo de 2019

Martes 12 de Marzo: Evangelio del Día


Lecturas Martes 1ª Semana de Cuaresma

“ Vosotros rezad así ”



PRIMERA LECTURA  
Lectura del libro de Isaías 55, 10-11
Así dice el Señor:
«Como bajan la lluvia y la nieve del cielo,
y no vuelven allá sino después de empapar la tierra,
de fecundarla y hacerla germinar,
para que dé semilla al sembrador y pan al que come,
así será mi palabra, que sale de mi boca:
no volverá a mí vacía,
sino que hará mi voluntad
y cumplirá mi encargo».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 33, 4-5. 6-7. 16-17. 18-19 
R. El Señor libra de sus angustias a los justos.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. 
R. 
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. 
R. 
Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria. 
R. 
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos. 
R. 

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 7-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros rezad así:
"Padre nuestro del cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy el pan nuestro de cada día,
perdónanos nuestras ofensas,
pues nosotros hemos perdonado a
los que nos han ofendido,
no nos dejes caer en la tentación,
sino líbranos del Maligno".
Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas». 
Palabra del Señor.
Reflexión 

Queridos amigos
Decía Jesús: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” Es la invitación a escuchar con el corazón la Palabra de Dios. La Palabra no es una realidad muerta, sino eficaz, capaz de lograr su finalidad como la lluvia y la nieve que caen del cielo y riegan y fecundan los campos.
La Palabra es fecunda cuando, como María, la guardamos en el corazón y la reflexionamos, es decir, la meditamos en el silencio de la oración. Orar no es decir muchas palabras como los paganos que se imaginan que hablando mucho obtendrán el favor que piden. Orar es estar en la presencia de Dios nuestro Padre como el niño hace con su  padre y hablar con él con la total confianza de saber que siempre nos escucha. Por eso Jesús nos dice que cuando oremos no digamos muchas palabras, sino que estemos delante de nuestro Padre con una actitud de fe confiada. Y nos enseñó el PADRENUESTRO: una oración que contiene siete peticiones concretas; las tres primeras se refieren a Dios Padre y las cuatro siguientes a las necesidades de los hombres. De esta forma Jesús nos dice que siempre que recemos tenemos que tener presente a Dios y los demás, no se pueden separar.
Además el Padre nuestro nos desvela cómo debe vivir un seguidor de Jesús; manifiesta el estilo de vida de Jesús y los verdaderos motivos por los que él hacía  las cosas. De esta forma oración y acción iban unidas: la oración daba vida a la acción, y la acción era la concreción de la oración. De esta forma Jesús nos enseñó que en la vida de cada cristiano la oración y la acción no se pueden separar, y cada una de ellas tiene su lugar relevante.
El Padre nuestro es una oración breve en palabras, pero profunda en contenido, es la oración que Jesús rezaba y nos enseñó a rezar, es la oración que resume el mensaje evangélico y el vademécum de la vida del seguidor de Jesús, es decir, esta es la oración que debe rezar todo cristiano y la que debe vivir en su vida de cada día.
Cuaresma, tiempo de oración, ayuno y limosna. Os sugiero: meditar durante cinco minutos al día cada una de las peticiones del Padre nuestro en un lugar de vuestra casa o en  el templo, pero en silencio. Organiza tu día de tal manera que no falte este momento de oración y cuídalo con cariño.