jueves, 3 de mayo de 2018

Evangelio del Día


Tú eres mi única esperanza
Hoy abro mi Corazón a Ti, Jesús mío y toma todo lo que hay en él. También, abro mi corazón a la esperanza que eres Tú, mi Dios, que nunca fallas y siempre sostienes al débil, consuelas al triste, ayudas al necesitado, sanas al que tiene el Corazón herido y Libras al que no tiene esperanza.
Yo soy ese necesitado y afligido. Ayúdame, Señor y Dios mío. Yo le abro mi Corazón a la esperanza para obtener la victoria sobre todo mal que impida mi progreso espiritual y físico.
Amen.
Pidamos perdón al Señor
Salmo 51

Ten compasión de mí, oh Dios, por tu misericordia, por tu inmensa ternura borra mi iniquidad.
4.Lávame más y más de mi delito y purifícame de mi pecado.
5.Reconozco mi iniquidad, tengo siempre delante mi pecado.
6.Contra ti, contra ti solo pequé y he hecho lo que tú no puedes ver. Por eso tu sentencia es justa y eres recto en el juicio.
7.Ya nací en la culpa, y en el pecado me concibió mi madre.
8.Tú quieres la verdad en el centro del alma y en el centro del corazón me enseñas la sabiduría.
9.Purifícame con el hisopo, y quedaré puro; lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
10.Hazme sentir gozo y alegría, y que dancen los huesos que rompiste.
11.Aparta tu rostro de mis faltas, cancela mis pecados.
12.Oh Dios, crea en mí un corazón puro, implanta en mis entrañas un espíritu nuevo;
13.no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu;
14.dame la alegría de tu salvación y que el espíritu generoso me mantenga firme.
15.Enseñaré tus caminos a los descarriados, los pecadores volverán a ti.
16.Líbrame de delitos de sangre, Señor, salvador mío, y mi lengua exaltará tu justicia.
17.Señor, abre mis labios, y mi boca anunciará tu alabanza.
18.Tú no quieres ofrendas ni holocaustos; si te los ofreciera, no los aceptarías.
19.El sacrificio que Dios quiere es un espíritu contrito, un corazón contrito y humillado, tú, oh Dios, no lo desprecias.
20.Sé propicio a Sión en tu benevolencia, reconstruye las murallas de Jerusalén.
21.Entonces aceptarás los sacrificios justos -holocaustos y ofrendas perfectas-, entonces se ofrecerán novillos en tu altar.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén.

Oración al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Divino, manda tu luz; desde el cielo.
Padre amoroso del pobre, don que, entre tus dones, es espléndido; luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.  Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito, salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén

Cubrámonos con la Sangre de Cristo

Señor Jesús, en tu nombre y con el poder de tu Sangre Preciosa, sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.   Con el poder de la Sangre de Jesús, sellamos nuestra casa, todos los que la habitan, las personas que el Señor enviara a ella, así como los alimentos y los bienes que El generosamente nos envía para nuestro sustento. Con el poder de la Sangre de Jesús, sellamos los lugares en donde vamos a estar este día y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar. Con el poder de la Sangre de Jesús, sellamos nuestro trabajo material y espiritual los negocios de toda nuestra familia y los vehículos las carreteras los las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar Con tu Sangre preciosa sellamos los actos, las mentes, los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra Patria a fin de que tu paz y tu corazón reinen el ella.

Te agradecemos Señor por tu Sangre y por tu Vida ya que gracias a ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo. Amen

PRIMERA LECTURA

Miraban a la serpiente de bronce y quedaban curados

Lectura del libro de los números 21,4b-9
En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y hablo contra Dios y contra Moisés: -¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos  ni pan ni agua, y nos da nauseas ese pan sin cuerpo. El Señor envió contra  el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:- Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes. Moisés rezo al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: - Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedaran sanos al mirarla. Moisés una serpiente de bronce y la coloco en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, el miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.
Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 77
R/. “No olviden las acciones del Señor”
• Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, inclina el oída a las palabras de mi boca: que voy abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado. R/.

• Cuando los hacia morir, lo buscaban, y madrugaban para volverse hacia Dios; se acordaban de que Dios era su roca, el Dios altísimo su redentor   
R/.

• Lo adulaban con sus bocas, pero sus lenguas mentían: su corazón no era sincero con él, ni eran fieles a su alianza. 
R/.

• El, en cambio, sentía lastima, perdonaba la culpa y no los destruía: una y otra vez reprimió su cólera, y no despertaba todo su furor.  
R/.


EVANGELIO DEL DIA

Tiene que ser elevado el Hijo del hombre.

Del Evangelio según san Juan 3,13-17
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del cielo y está en el cielo. Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él".
Palabra del Señor.



Reflexión
¡Cruz de Cristo! ¡Demos Gracias a Dios!
Hablando sobre la Cruz, San Pablo decía: "La palabra de la cruz es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los redimidos es poder de Dios".

Esto que decía San Pablo parecería que lo está diciendo precisamente para la gente de nuestra generación, pues la verdad es que hay muy poco amor a la cruz aún entre los mismos cristianos. Nos gusta el Cristo resucitado y eso hace que con frecuencia nos olvidemos del Cristo sufriente. Hoy, son pocas las personas que se siente orgullosas de llevar una cruz al pecho, no como un adorno sino como el signo que nos identifica con nuestro Maestro.

Es por ello que hay pocos que se sienten honrados por una enfermedad, o por un momento de humillación, ya que muchos no saben reconocer en sus padecimientos una muestra del amor y del poder de Dios manifestado en sus vidas, juzgándolo como algo despreciable y cuyo origen no puede ser Dios. La fiesta de hoy nos recuerda que, para nosotros los cristianos, la cruz nos identifica con el Mesías, y portarla en nuestro pecho nos recuerda el camino que tendremos que seguir para estar con Él en el cielo.
Shalom!

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