DOMINGO
21 ENERO
PRIMERA
LECTURA
Los
habitantes de Nínive se arrepintieron de su mala conducta.
Del libro
de Jonás 3, 1-5.10
En aquellos días, el Señor volvió a hablar a
Jonás y le dijo: “Levántate y vete a Nínive, la gran capital, para anunciar ahí
el mensaje que te voy a indicar”.
Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le
había mandado el Señor. Nínive era una ciudad enorme: hacían falta tres días
para recorrerla. Jonás caminó por la ciudad durante un día, pregonando: “Dentro
de cuarenta días Nínive será destruida”.
Los ninivitas creyeron en Dios, ordenaron un
ayuno y se vistieron de sayal, grandes y pequeños. Cuando Dios vio sus obras y
cómo se convertían de su mala vida, cambió de parecer y no les mandó el castigo
que había determinado imponerles.
Palabra
de Dios.
SALMO
RESPONSORIAL
Del salmo
24
R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, / guíanos con la verdad de tu
doctrina. / Tú eres nuestro Dios y salvador / y tenemos en ti nuestra
esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos / tu amor y tu ternura. /
Según ese amor y esa ternura, / acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, / indica a los pecadores
el sendero, / guía por la senda recta a los humildes / y descubre a los pobres
sus caminos. R/.
EVANGELIO
DEL DIA
Arrepiéntanse y crean en el Evangelio.
Del
Evangelio según san Marcos 1, 14-20
Después de que arrestaron a Juan el Bautista,
Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: “Se ha
cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en
el Evangelio”.
Caminaba Jesús por la orilla del lago de
Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano, Andrés, echando las redes en el
lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme y haré de ustedes
pescadores de hombres”. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante, vio a Santiago y a
Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca, remendando sus redes. Los
llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron
con Jesús.
Palabra
del Señor.
LO DEMÁS
ES RELATIVO
Se han escrito grandes obras intentando
definir con precisión dónde está la “esencia del cristianismo”. Sin embargo,
para conocer el centro de la fe cristiana no hay que acudir a “teorías”, sino
“captar” el proyecto de Jesús, la “causa” a la que se dedicó en cuerpo y alma.
Marcos lo resume acertadamente con estas palabras: “Se ha cumplido el tiempo y
el Reino de Dios ya está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio”. El
objetivo de Jesús fue introducir en el mundo lo que Él llamaba el “Reino de
Dios”: una sociedad estructurada de manera justa y digna para todos, tal como
la quiere Dios. Porque cuando Dios reina en el mundo, la humanidad progresa en
justicia, solidaridad, compasión, fraternidad y paz.
La conclusión es evidente: la fuerza, la
razón y el sentido último del cristianismo es “el Reino de Dios”. El criterio
para medir la identidad de los cristianos, su espiritualidad o el valor de lo
que hace la Iglesia es siempre “el Reino de Dios”. Y una de las herejías más
graves es pensar que la Iglesia-institución es lo central, la realidad ante lo
cual todo lo demás ha de quedar subordinado; hacer de la Iglesia el
“sustitutivo” del Reino de Dios. No es fácil mantener un cristianismo orientado
según el Reino de Dios, pero cuando se trabaja en esa dirección, la fe se
transforma, se hace más evangélica y cristiana.
¿Qué tan prontos somos para responder las
invitaciones que nos hace Jesús a comprometernos en la construcción y
propagación del Reino de Dios?
Oración: Señor,
tú me has llamado a colaborar en la extensión de tu Reino. Muchas veces no lo
logro, me acomodo al menor esfuerzo, pero confiando en tu gracia sé que lo
lograré.
Amén.
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