sábado, 30 de junio de 2018

Evangelio del Dia




Sábado 30 de Junio de 2018


“PORTADORES DE ESPERANZA”


PRIMERA LECTURA

LAMENTACIONES 2, 2. 10-14. 18-19

“Grita al Señor, laméntate, Sión”

El Señor destruyó sin compasión todas las moradas de Jacob, con su indignación demolió las plazas fuertes de Judá; derribó por tierra, deshonrados, al rey y a los príncipes.

Los ancianos de Sión se sientan en el suelo silencioso, se echan polvo en la cabeza y se visten de sayal; las doncellas de Jerusalén humillan hasta el suelo la cabeza. Se consumen en lágrimas mis ojos, de amargura mis entrañas; se derrama por tierra mi hiel, por la ruina de la capital de mi pueblo; muchachos y niños de pecho desfallecen por las calles de la ciudad.

Preguntaban a sus madres: "¿Dónde hay pan y vino?", mientras desfallecían, como los heridos, por las calles de la ciudad, mientras expiraban en brazos de sus madres.

¿Quién se te iguala, quién se te asemeja, ciudad de Jerusalén? ¿A quién te compararé, para consolarte, Sión, la doncella? Inmensa como el mar es tu desgracia: ¿quién podrá curarte?

Tus profetas te ofrecían visiones falsas y engañosas; y no te denunciaban tus culpas para cambiar tu suerte, sino que te anunciaban visiones falsas y seductoras.

Grita con toda el alma al Señor, laméntate, Sión; derrama torrentes de lágrimas, de día y de noche; no te concedas reposo, no descansen tus ojos.

Levántate y grita de noche, al relevo de la guardia; derrama como agua tu corazón en presencia del Señor; levanta hacia él las manos por la vida de tus niños, desfallecidos de hambre en las encrucijadas.  Palabra de Dios


REFLEXIÓN

En medio de la tristeza propia de los acontecimientos que cuenta la primera lectura, cuando el asedio a Jerusalén y el destierro a Babilonia, hay preciosas enseñanzas que no debemos dejar perder. Una muy importante es esta: al engaño sólo puede seguirle el desengaño. Las llamadas que Dios hacía con insistencia, clamando la conversión de su pueblo, fueron ahogadas por voces de los falsos profetas, voces que inducían a una falsa seguridad. A este engaño siguió el amargo desengaño, pero ya era demasiado tarde. Estuvieron con los  ojos vendados.

Un verdadero cristiano, que vive en comunión con Dios, no cae en ese engaño. Vive con los ojos abiertos, se arrepiente de sus culpas y cree en Cristo y los medios que Cristo nos ha dado para conocer la voluntad de Dios como su  Palabra.  Como no vive engañado ni cultiva falsas seguridades, su ancla está firme en el océano luminoso de la misericordia divina.


SALMO RESPONSORIAL: 73

R. / No olvides sin remedio la vida de tus pobres.


¿Por qué, oh Dios, nos tienes siempre abandonados,

y está ardiendo tu cólera contra las ovejas de tu rebaño?

Acuérdate de la comunidad que adquiriste desde antiguo,

 de la tribu que rescataste para posesión tuya,

del monte Sión donde pusiste tu morada. R.


Dirige tus pasos a estas ruinas sin remedio;

el enemigo ha arrasado del todo el santuario.

Rugían los agresores en medio de tu asamblea,

levantaron sus propios estandartes. R.


En la entrada superior

abatieron a hachazos el entramado;

después, con martillos y mazas,

destrozaron todas las esculturas.

Prendieron fuego a tu santuario,

derribaron y profanaron la morada de tu nombre. R.


Piensa en tu alianza: que los rincones del país

están llenos de violencias.

Que el humilde no se marche defraudado,

que pobres y afligidos alaben tu nombre. R.


OREMOS CON EL SALMO

La destrucción de Jerusalén y del templo, motiva esta lamentación y queja. Dios parece haberse olvidado de su pueblo. Se apela al poder del Dios Creador para que venga en auxilio de los afligidos. La historia de Israel es parte de nuestra historia de liberación. Como Israel, podemos encontrar a Dios aún en medio del más profundo abatimiento    


LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 8, 5-17

“Vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob”

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, un centurión se le acercó diciéndole: "Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho". El le contestó: "Voy yo a curarlo". Pero el centurión le replicó: "Señor, ¿quién soy yo para que entres bajo mi techo? Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace".

Cuando Jesús lo oyó quedó admirado y dijo a los que le seguían: "Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los cielos; en cambio, a los ciudadanos del Reino los echarán afuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Y al centurión le dijo: "Vuelve a casa, que se cumpla lo que has creído". Y en aquel momento se puso bueno el criado.

Al llegar Jesús a casa de Pedro, encontró a la suegra en cama con fiebre; la cogió de la mano, y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirles. Al anochecer, le llevaron muchos endemoniados; él con su palabra expulsó los espíritus y curó a todos los enfermos. Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías: "El tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades". Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

El evangelista Mateo desafía a su propia comunidad, compuesta en su mayoría por judeocristianos, al proponerles como modelo de creyente a un soldado romano. El desafío es doble. Por una parte, significa aceptar a uno que representa el poder de Roma en su forma más brutal y opresiva. De otra, significa aceptar que un pagano, uno que podría tener otra religión, manifiesta tal fe en Dios que hace ver como descreídos a los mismos seguidores de Jesús. Esta lección es muy importante para la comunidad de Mateo, que por su conocimiento de la Escritura y por su origen hebreo se ve constantemente amenazada por las falsas seguridades religiosas. El seguidor de Jesús no se contenta únicamente con tener una actitud religiosa general o algún conocimiento teológico. Es necesario que crea en la persona de Jesús, que asimile su enseñanza y que esté dispuesto a compartir su destino. El centurión se atiene a la Palabra de Jesús y, sin más discusión, da por hecho lo que reconoce por la mirada de la fe. Los discípulos, en cambio, pasan trabajo hasta para aceptar lo que ya es una enseñanza común del judaísmo. y de otras tradiciones religiosas. ¿Y  nosotros,  cuál es nuestra actitud?


ORACIÓN

Señor, podemos dar testimonio que cuando nos llamaste y estábamos en oscuridad, nos acogiste, curaste y fuiste sanando nuestras heridas y transformando nuestra vida. Eres quien siempre nos sostiene, quien sanas nuestras heridas, te pedimos nos aumentes la fe, que nunca dudemos  y que siempre vivamos confiados en ti.  Amén.

 “Dios nos pide extender nuestra mano ante el dolor y dar alivio al que tanto sufre”


viernes, 29 de junio de 2018

Evangelio del Día



Viernes 29 de Junio de 2018

San Pedro y San Pablo apóstoles

“APASIONADOS(AS) POR JESUCRISTO”

Celebramos hoy la Fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo. Fundados en Jesucristo, con su muerte, con su testimonio, le dan piso a nuestra vida de fe. ¡Benditos Apóstoles!

PRIMERA LECTURA
HECHOS 12,1-11

“Era verdad: el Señor me ha librado de las manos de Herodes”

En aquellos días, el rey Herodes se puso a perseguir a algunos miembros de la Iglesia. Hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan. Al ver que esto agradaba a los judíos, decidió detener a Pedro. Era la semana de Pascua. Mandó prenderlo y meterlo en la cárcel, encargando su custodia a cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno; tenía intención de presentarlo al pueblo pasadas las fiestas de Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él.
La noche antes de que lo sacara Herodes, estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel. De repente, se presentó el ángel del Señor, y se iluminó la celda. Tocó a Pedro en el hombro, lo despertó y le dijo: "Date prisa, levántate." Las cadenas se le cayeron de las manos, y el ángel añadió: "Ponte el cinturón y las sandalias." Obedeció, y el ángel le dijo: "Échate el manto y sígueme." Pedro salió detrás, creyendo que lo que hacía el ángel era una visión y no realidad. Atravesaron la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que daba a la calle, y se abrió solo. Salieron, y al final de la calle se marchó el ángel. Pedro recapacitó y dijo: "Pues era verdad: el Señor ha enviado a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de la expectación de los judíos."

 Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El  libro de los Hechos de los Apóstoles hoy  nos cuenta la liberación del Apóstol Pedro. Herodes se ensaña contra la Iglesia, la persigue, hace pasar a cuchillo a Santiago para darle gusto a los judíos, y como ve que la cosa gusta, entonces ya tiene listo a Pedro para presentarlo también al pueblo como un segundo trofeo de su gestión como rey.  Herodes, no tenía autoridad alguna para presentarse como rey;  es por eso que  Herodes, tenía que estar contentando, por un lado al Imperio Romano, y por otro lado a los judíos. Pero Dios veía las cosas de otro modo. Resulta que Pedro está encadenado en la cárcel, y el día antes de ser presentado a los judíos, Dios lo saca de cárcel.   Dios se ríe de las cadenas, de las puertas, de los soldados y de las insensateces  de Herodes y saca a Pedro, ¿porqué? Porque la Iglesia estaba orando por él;  porque reconocía, en Pedro, el testigo privilegiado del acontecimiento de la Resurrección. Esa es la grandeza de los apóstoles. Son los testigos por excelencia de  Aquél que murió en la Cruz y que verdaderamente ha resucitado. Y Aquél que murió por amor, resucito por la gloria del Padre para comunicarnos el Espíritu Santo. También hoy como ayer, diversas amenazas, diversos Herodes, diversas puertas de hierro, diversas cadenas y ataques, como a lo largo de todos los siglos, intentan silenciar la voz de Pedro, pero el Señor siempre estará por encima de todos ellos.


SALMO RESPONSORIAL: 33

R. / El Señor me libró de todas mis ansias.

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
 Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R.

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
 Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.

OREMOS CON EL SALMO
El salmista quiere darnos una visión más profunda de la realidad, que no se detiene en las meras tribulaciones y en la angustia. Nos participa su experiencia del amor de Dios y nos invita a hacer nosotros mismos esa experiencia. Jesús más que nadie en este mundo, puede hablarnos del amor de Dios y puede hacérnoslo comprender en toda su profundidad.

SEGUNDA LECTURA
2TIMOTEO 4,6-8.17-18

“Ahora me aguarda la corona merecida”

Querido hermano: Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida. El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Así como Jesús dijo tantas palabras llenas de ternura, sabiduría y poder en esa Cena de despedida, así también cada persona, cuando se acerca la hora de la muerte y sabe que va a morir, de alguna manera hace su testamento, hace su resumen, recoge lo fundamental de sus opciones, intenta encontrar un sentido al conjunto de lo que ha sido su vida. Y esa es la imagen que nos aparece aquí, con el apóstol Pablo cercano a la muerte.  Es elocuente en sus palabras: "He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe",  él mira el conjunto de su vida, y de hecho puede hacer ese balance, está lleno de confianza y de paz.  "El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo".
Pablo, a las puertas de la muerte, utiliza otras expresiones de su seguridad en el Señor : "Me aguarda la corona merecida con la que el Señor me premiará en aquel día, y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida" 2 Timoteo 4,8. Miren estas palabras  que Dios nos conceda decir las también al final de nuestros días.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 16,13-19

“Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los cielos”

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?" Ellos contestaron: "Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas." Él les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Simón Pedro tomó la palabra y dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo." Jesús le respondió: "¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo."

 Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Las respuestas que los discípulos dan a las preguntas de Jesús son correctas, pero cada una tiene implicaciones distintas. El común de la gente considera al Hijo del Hombre como un profeta. Y esto significa que esas personas, en consecuencia, se deben preparar para atender el llamado a la justicia, la verdad y la reconciliación que todo profeta hace al pueblo de Dios. No basta con decir que Jesús o alguien más es un profeta. Es necesario atenerse a las consecuencias de ese reconocimiento. Lo mismo pasa con la respuesta a la segunda pregunta. Si confesamos como Pedro que Jesús es el Mesías, el ungido de Dios, esas palabras tienen grandes implicaciones. La primera, comprender y asumir el significado que Jesús da a su propia misión que lo presenta como un siervo sufriente y no como un guerrero triunfante. Jesús abraza la voluntad del Padre hasta el fondo y es consecuente con las enseñanzas que proclamó en el sermón del monte. La segunda, es abrazar nuestra propia cruz y asumir la voluntad de Dios como criterio último y definitivo de nuestra propia existencia.
 ¿Preguntémonos hoy qué significa para nosotros que confesemos a Jesús como Señor de nuestra vida  y el  Ungido de Dios?

ORACIÓN

“Todo lo puedo en Cristo, todo lo puedo en Cristo que me fortalece…….” . con esta oración,  te queremos decir Señor que infinitas gracias te damos porque  en las crisis, los desiertos  y  las angustias, donde te necesitamos más,  sentimos tu fuerza, tu calor, eres la respuesta, la fortaleza de nuestra vida,  eres la roca que nos sostiene para seguir viviendo y transmitiendo tu Buena Nueva. Amén 


“Sólo el amor a la causa de Jesús puede hacernos salir de nosotros(as) mismos(as)y quedar libres para Dios”

jueves, 28 de junio de 2018

Evangelio del Día


PRIMERA LECTURA

El rey de Babilonia se llevó cautivos a Joaquín y a todos los hombres poderosos.

Del Segundo libro de los Reyes 24, 8-17
Joaquín tenía dieciocho años cuando subió al trono, y reinó durante tres meses en Jerusalén. Su madre se llamaba Nejustá, hija de Elnatán, de Jerusalén. Joaquín, igual que su padre, hizo lo que el Señor reprueba.
En aquel tiempo, subió contra Jerusalén el ejército de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y sitió la ciudad. Nabucodonosor llegó a la ciudad mientras sus hombres la sitiaban. Entonces Joaquín, rey de Judá, junto con su madre, sus servidores, sus jefes y sus funcionarios, se rindieron al rey de Babilonia y éste los hizo prisioneros. Era el octavo año del reinado de Nabucodonosor.
Nabucodonosor se llevó de Jerusalén todos los tesoros del templo del Señor y los del palacio real. Destrozó todos los objetos de oro que Salomón, rey de Israel, había hecho para el templo, conforme a las órdenes del Señor.
Nabucodonosor se llevó al cautiverio a toda Jerusalén, a todos los jefes y hombres de importancia, con todos los carpinteros y herreros, en número de diez mil, y sólo dejó a la gente pobre de la región. También llevó cautivos a Babilonia al rey Joaquín, con su madre, sus mujeres, los funcionarios de palacio y toda la gente valiosa, todos los soldados, en número de siete mil, los carpinteros y herreros, en número de mil; y todos los hombres aptos para la guerra fueron deportados a Babilonia. Y en lugar de Joaquín, Nabucodonosor nombró rey a un tío de Joaquín, Matanías, a quien le puso el nombre de Sedecías.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 78

R/. "Por el hornor de tu Nombre, Señor, libramos".
• Dios mío, los paganos han invadido tu propiedad, / han profanado tu santo templo, / y han convertido a Jerusalén en ruinas. R/.

• Han echado los cadáveres de tus siervos / a las aves de rapiña, /y la carne de tus fieles, / a los animales feroces. R/.

• Hemos sido el escarnio de nuestros vecinos, / la irrisión y la burla de los que rodean. / ¿Hasta cuándo, Señor, vas a estar enojado / y va a arder como fuego tu ira? R/.

• No recuerdes, Señor, contra nosotros, / las culpas de nuestros padres. / Que tu amor venga pronto a socorrernos, / porque estamos totalmente abatidos. R/.

• Para que sepan quién eres, / socórrenos, Dios y salvador nuestro. / Para que sepan quién eres, / sálvanos y perdona nuestros pecados.R/.

EVANGELIO DEL DIA

La casa edificada sobre la roca y la casa edificada sobre arena.

Del Evangelio según san Mateo 7, 21-29
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No todo el que me diga: ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. Aquel día muchos me dirán: ‘¡Señor, Señor!, ¿no hemos hablado y arrojado demonios en tu nombre y no hemos hecho, en tu nombre, muchos milagros?’. Entonces yo les diré en su cara: ‘Nunca los he conocido. Aléjense de mí, ustedes, los que han hecho el mal’.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente”.
Cuando Jesús terminó de hablar, la gente quedó asombrada de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Palabra del Señor.

REFLEXION

Práctica, no teoría
La liturgia nos pide hoy escucha y obediencia a la Palabra del Señor. Eso es lo que nos reclama y exige Jesús, antes que estar golpeándonos el pecho. Eso no quiere decir que la oración no sea parte de nuestra vida y el fundamento de nuestras acciones, pues la oración agrada a Dios y fortalece nuestra fe. Pero la oración no sirve de nada si sólo son palabras vacías, repetitivas: “Señor, Señor…” y no tienen como objetivo cumplir la “voluntad del Padre”. ¿Cuál es esa voluntad? Jesús lo dice bien claro: “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos”. Eso es todo. Aquí se resumen todos los mandamientos y todas las exigencias. Se trata de ponerlo en práctica todo el tiempo, a cada instante en nuestra vida cotidiana. Porque “la voluntad de Dios Padre” es que nos amemos. Esto es lo que Él quiere, lo que debemos escuchar y lo que debemos practicar. Sólo así estaremos “edificando sobre la roca”.
La fe cristiana no es una fe teórica, doctrinal, en la que hay que aprender una serie de dogmas, normas, leyes, procedimientos, ritos… (que son necesarios, sin duda, para no desviarnos del misterio), sino una fe que exige oír a Cristo y hacer lo que Él nos dice. Y lo que Él nos dice, lo que Él nos manda y espera de nosotros es amarnos los unos a los otros en la misma medida que Él nos amó. Y amar no es teoría, sino práctica sin límites ni condiciones, con todos los que nos rodean, sin disgustos ni preferencias.
 ¿Cómo es mi oración: repetitiva y cansona, o comprometida y dispuesta a la acción?

Oracion: Padre santo, ayúdanos a poner en orden nuestra vida, actuando en todo con sensatez y prudencia y procurando siempre y en todo hacer tu voluntad. Amén.

miércoles, 27 de junio de 2018

Evangelio del Día



Miércoles 27 de Junio de 2018


“PROFETAS VERDADEROS”


PRIMERA LECTURA

2REYES 22, 13; 23, 1-3

“El rey leyó al pueblo el libro de la alianza encontrado en el templo y selló ante el Señor la “alianza

En aquellos días, el sumo sacerdote Helcías dijo al cronista Safán: "He encontrado en el templo el libro de la Ley." Entregó el libro a Safán, y éste lo leyó . Luego fue a dar cuenta al rey Josías: "Tus siervos han juntado el dinero que había en el templo y se lo han entregado a los encargados de las obras." Y le comunicó la noticia: "El sacerdote Helcías me ha dado un libro." Safán lo leyó ante el rey; y, cuando el rey oyó el contenido del libro de la Ley, se rasgó las vestiduras y ordenó al sacerdote Helcías, a Ajicán, hijo de Safán, a Acbor, hijo de Miqueas, al cronista Safán y a Asaías, funcionario real: "Id a consultar al Señor por mí y por el pueblo y todo Judá, a propósito de este libro que han encontrado; porque el Señor estará enfurecido contra nosotros, porque nuestros padres no obedecieron los mandatos de este libro cumpliendo lo prescrito en él."

Ellos llevaron la respuesta al rey, y el rey ordenó que se presentasen ante él todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. Luego subió al templo, acompañado de todos los judíos y los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, chicos y grandes. El rey les leyó el libro de la alianza encontrado en el templo. Después, en pie sobre el estrado, selló ante el Señor la alianza, comprometiéndose a seguirle y cumplir sus preceptos, normas y mandatos, con todo el corazón y con toda el alma, cumpliendo las cláusulas de la alianza escritas en aquel libro.

El pueblo entero suscribió la alianza.

Palabra de Dios


SALMO RESPONSORIAL: 118

R. / Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes.


Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes,

y lo seguiré puntualmente. R.


Enséñame a cumplir tu voluntad

y a guardarla de todo corazón. R.


Guíame por la senda de tus mandatos,

porque ella es mi gozo. R.


Inclina mi corazón a tus preceptos,

y no al interés. R.


Aparta mis ojos de las vanidades,

dame vida con tu palabra. R.

Mira cómo ansío tus decretos:

dame vida con tu justicia. R.


LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 7, 15-20

“Por sus frutos los conoceréis”

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis".

 Palabra del Señor

REFLEXIÓN

Profetas verdaderos

 Los seguidores de Jesús somos personas –normalmente–buenas que, como humanos, a veces nos equivocamos. Lo importante es esforzarnos cada día por tener un corazón limpio, para que lo que decimos, lo que hacemos, lo que pensamos y hasta lo que soñamos expresen la voluntad de Dios. Y aunque no lo consigamos, intentemos ser transparentes en todo momento, sin necesidad de aparentar nada. La clave está en la “armonía del espíritu”, que no se precipita, que sabe esperar el momento de recoger los frutos. “Por sus frutos los reconocerán”, nos dice Jesús, no por sus promesas, por sus palabras o sólo por lo que aparentan. Y sentencia que los árboles que no dan buenos frutos son arrojados al fuego. Busquemos, pues, en todo momento, ser coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos y así daremos los frutos esperados.

El consumismo, el frenesí de las comunicaciones, la competencia laboral, el relativismo ético y moral, el individualismo, una religión light… son sólo algunos de los “falsos profetas o falsos maestros” de nuestro tiempo que, con palabras y teorías aparentemente buenas, quieren seducirnos y apartarnos del camino verdadero. De ellos debemos cuidarnos para no caer en sus redes y dejar de producir buenos frutos. Como discípulos de Cristo, nuestras palabras y acciones deben ser luz que ilumine de manera visible la vida de los creyentes hasta ser testimonio vivo de la presencia del Padre bueno.

¿Cuáles son los frutos que hasta hoy ha producido mi vida cristiana? ¿Mis acciones dan testimonio de la fe que profeso?

Oracion: Señor Jesús, ayúdame a descubrir lo que me impide crecer en el amor. Ilumina mi oración para salir de ella fortalecido, dispuesto a dar siempre buenos frutos. Amén.


“El consumismo, el frenesí de las comunicaciones, la competencia laboral, el relativismo ético y moral, el individualismo, una religión light… son algunos de los falsos profetas de hoy”




martes, 26 de junio de 2018

Evangelio del Día



Martes 26 de Junio de 2018


“UNIDOS EN LA ORACIÓN”


PRIMERA LECTURA

2REYES 19, 9b-11. 14-21. 31-35a. 36

“Yo escudaré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David”

En aquellos días, Senaquerib, rey de Asiria, envió mensajeros a Ezequías, para decirle: "Decid a Ezequías, rey de Judá: "Que no te engañe tu Dios en quien confías, pensando que Jerusalén no caerá en manos del rey de Asiria. Tú mismo has oído hablar cómo han tratado los reyes de Asiria a todos los países, exterminándolos, ¿y tú te vas a librar?""

Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y la leyó; después subió al templo, la desplegó ante el Señor y oró: "Señor, Dios de Israel, sentado sobre querubines; tú solo eres el Dios de todos los reinos del mundo. Tú hiciste el cielo y la tierra.

Inclina tu oído, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira. Escucha el mensaje que ha enviado Senaquerib para ultrajar al Dios vivo. Es verdad, Señor: los reyes de Asiria han asolado todos los países y su territorio, han quemado todos sus dioses, porque no son dioses, sino hechura de manos humanas, leño y piedra, y los han destruido. Ahora, Señor, Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que sepan todos los reinos del mundo que tú solo, Señor, eres Dios."

Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: "Así dice el Señor, Dios de Israel: "He oído lo que me pides acerca de Senaquerib, rey de Asiria. Ésta es la palabra que el Señor pronuncia contra él: 'Te desprecia y se burla de ti la doncella, la ciudad de Sión; menea la cabeza a tu espalda la ciudad de Jerusalén. Pues de Jerusalén saldrá un resto, del monte Sión los supervivientes. ¡El celo del Señor lo cumplirá!

Por eso, así dice el Señor acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, no disparará contra ella su flecha, no se acercará con escudo ni levantará contra ella un talud; por el camino por donde vino se volverá, pero no entrará en esta ciudad -oráculo del Señor-. Yo escudaré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi siervo.""

Aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres. Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, se volvió a Nínive y se quedó allí.   

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL: 47

R. / "Dios ha fundado su ciudad para siempre"


Grande es el Señor y muy digno de alabanza

en la ciudad de nuestro Dios,

su monte santo, altura hermosa,

alegría de toda la tierra. R.


El monte Sión, vértice del cielo,

ciudad del gran rey;

entre sus palacios,

Dios descuella como un alcázar. R.


Oh Dios, meditamos tu misericordia

en medio de tu templo:

como tu renombre, oh Dios, tu alabanza

llega al confín de la tierra;

tu diestra está llena de justicia. R.


LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 7, 6. 12-14

“Tratad a los demás como queréis que ellos os traten”

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la ley y los profetas. Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos". 

 Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

Hacer el bien que esperamos

 No es fácil ni sencillo mantenerse fiel en la fe. Puede ser sencillo profesar que creemos, pero vivirlo con integridad y coherentemente es más complejo. Porque llegan momentos en que hay que tomar decisiones y optar. También hay situaciones que quiebran la voluntad y el ánimo, o nos sumen en el dolor. Y, sobre todo, esas pequeñas cosas del día a día, donde la fidelidad se va debilitando. Pero si sabemos mantenernos en la presencia de Dios y actuar de corazón con honestidad y amor, Él nos promete: “Te protegeré y te salvaré por ser yo quien soy…”. En cada uno debe brotar esa certeza que nos dará sabiduría, valor y ánimo para los momentos duros y los sueños más audaces.

El “camino” para seguir a Jesús es estrecho, pero vale la pena. En un mundo como el de hoy, donde la corriente arrastra con gran fuerza en dirección opuesta, empeñarse por recorrer este camino parece cosa de locos. Con frecuencia elegimos el camino del mundo, que promete el gozo de placeres, el triunfo humano, el poseer y el aparecer; pero pese a ello, Jesús no deja de asistirnos en la elección más difícil, nunca nos abandona. Sufrir en silencio la injusticia, saber perdonar y no juzgar, pagar bien con mal, vivir con generosidad, colaborando con los necesitados... todo esto es seguir el camino estrecho. Y lo podremos realizar si tenemos a Jesús en el corazón. Él es el camino, la puerta estrecha siempre abierta, posible de seguir; pues sabemos que encontrándole a Él lo tenemos todo.

Jesús nos dice: “Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes”. ¿Cómo estamos viviendo este mandato?

Oración: Señor Jesús, perdona nuestras faltas de caridad para con el hermano, y danos espíritu de libertad para ser verdaderos testigos de tu amor. Amén.


“Sufrir en silencio la injusticia, saber perdonar y no juzgar, pagar bien por mal, vivir con generosidad colaborando con los necesitados…, es seguir el camino estrecho que Dios apoya”



lunes, 25 de junio de 2018

Evangelio del Día



Lunes 25 de Junio de 2018

“AUTOEVALUACIÓN”


PRIMERA LECTURA

2REYES 17, 5-8. 13-15a.18


“El Señor arrojó de su presencia a Israel, y sólo quedó la tribu de Judá”


En aquellos días, Salmanasar, rey de Asiria, invadió el país y asedió a Samaria durante tres años. El año noveno de Oseas, el rey de Asiria conquistó Samaria, deportó a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozán, y en las poblaciones de Media.

Eso sucedió porque, sirviendo a otros dioses, los israelitas habían pecado contra el Señor, su Dios, que los había sacado de Egipto, del poder del Faraón, rey de Egipto; procedieron según las costumbres de las naciones que el Señor había expulsado ante ellos y que introdujeron los reyes nombrados por ellos mismos.

El Señor había advertido a Israel y Judá por medio de los profetas y videntes: "Volveos de vuestro mal camino, guardad mis mandatos y preceptos, siguiendo la ley que di a vuestros padres, que les comuniqué por medio de mis siervos, los profetas."

Pero no hicieron caso, sino que se pusieron tercos, como sus padres, que no confiaron en el Señor, su Dios. Rechazaron sus mandatos y el pacto que había hecho el Señor con sus padres, y las advertencias que les hizo.  El Señor se irritó tanto contra Israel que los arrojó de su presencia.  Sólo quedó la tribu de Judá.   Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

El texto del segundo libro de los Reyes nos presenta la invitación, ocupación y deportación del reino del norte, es decir, de Samaria, por manos del rey de Asiria, durante el reinado de Oseas en el año 721 A.C. Este trágico acontecimiento lo lee e interpreta la comunidad que escribe desde el texto como una justificación de la acción castigo de Dios, porque el pueblo se había apartado, había pecado y hecho idolatría contra el Señor, imitando las costumbres de los pueblos vecinos que eran paganos, los pueblos que habían sido exterminados durante la conquista de la tierra prometida.

El Señor había dicho que debían cumplir sus mandamientos, seguir su proyecto de vida viviendo conforme a la ley de sus padres; enderezar los caminos haciendo caso a la voz de los profetas. Pero ellos no quisieron escucharlos, no hicieron caso a los padres, no obedecieron al Señor ni quisieron seguir su propuesta de vida, despreciaron sus leyes y rompieron con la alianza.


SALMO RESPONSORIAL: 59

R. /  Que tu mano salvadora, Señor, nos responda.


Oh Dios, nos rechazaste y rompiste nuestras filas;

estabas airado, pero restáuranos. R.


Has sacudido y agrietado el país:

repara sus grietas, que se desmorona.

Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo,

dándole a beber un vino de vértigo. R.


Tú, oh Dios, nos has rechazado

y no sales ya con nuestras tropas.

Auxílianos contra el enemigo,

que la ayuda del hombre es inútil.

Con Dios haremos proezas,

él pisoteará a nuestros enemigos. R.


OREMOS CON EL SALMO

Aunque el salmista sabe que Dios ha tenido especial predilección por Israel, se lamenta de las derrotas que ha sufrido el pueblo y pide ayuda a Dios. Las promesas de Dios para su pueblo no se refieren en primer lugar al bienestar material. A veces en la adversidad y aflicción, el pueblo reconoce mejor su dependencia de Dios y la providencia del Señor.  


LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 7, 1-5

“Sácate primero la viga del ojo”

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "No juzguéis y no os juzgarán. Porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame que te saque la mota del ojo", teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita: sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano".  Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

Ya sea por preceptos religiosos, convencionalismos sociales o ideologías políticas, la predisposición a “juzgar” con terquedad al prójimo (próximo), se ha vuelto “legítimo derecho”. De hecho, criticar o cuestionar al otro dista de ser en un ejercicio fraterno y constructivo para convertirse en una condena inmisericorde y violenta. Este modo de proceder caracteriza, no sólo la vida institucional y profesional, sino la vida familiar y eclesial. En la lectura del día de hoy, la enseñanza de Jesús supone un cambio profundo en el modo de juzgar y de relacionarnos. (1) Nos invita a mirar libre de prejuicios al otro, a reconocerlo en su diferencia y valorar sus capacidades, límites y posibilidades. (2) Nos propone trasmitir con las palabras, actitudes y acciones una disponibilidad para el perdón y la reconciliación recíproca. (3) Nos llama a sacar a la luz y sanar el propio resentimiento, a asumir los errores y a reconocer las pérdidas para tener la oportunidad de reorientar la vida. ¿Te atreves a evaluar la calidad de tus relaciones y juicios desde la propuesta del Evangelio?


ORACIÓN

Señor, eres tú quien conoce lo que hay en los corazones humanos y en las comunidades, aunque seamos críticos, porque nos has dado el don de discernir y analizar nuestras realidades, ayúdanos para no caer en juzgamientos y ataques, así como a que cada quien se mire hacia adentro y ayude al prójimo a que lo haga, basados en la comunión contigo y el conocimiento de tu  Palabra. Amén


“Cuando seamos conscientes de nuestras debilidades podremos tratar con misericordia los errores de los demás, como nos enseña Dios”

domingo, 24 de junio de 2018

Evangelio del Día



Domingo 24 de Junio de 2018

Natividad de San Juan Bautista


“PROFETAS DE DIOS”


En este domingo celebramos la fiesta de San Juan Bautista, el precursor, como todos lo conocemos, por su vida y misión y por anunciar y preparar la llegada de los tiempos mesiánicos, que ven su cumplimiento en Jesús.

PRIMERA LECTURA

ISAÍAS 49,1-6


“Te hago luz de las naciones”

Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: "Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso." Mientras yo pensaba: "En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas", en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios. Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel -tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza: "Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra."  Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

Este texto nos habla  del ministerio profético delante de las naciones, preparando los caminos de Dios. Dos elementos para resaltar del texto de hoy. Primero es que toda misión, ya sea la del profeta como la del siervo o la del precursor o cualquier otro, va íntimamente unida a un encuentro o llamada. Por eso el siervo presenta sus credenciales: “él es llamado por el Señor desde el seno materno, Isaías  49,1”.

La segunda es el encuentro con Dios, el verdadero encuentro con Él, no, esas raras experiencias místicas que algunas veces nos inventamos y que no son capaces de llevarnos hacia los demás, y que  no pueden ser auténticas, sino el verdadero encuentro que nos cambia la vida.


SALMO RESPONSORIAL: 138

R. / Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente.


Señor, tú me sondeas y me conoces;

me conoces cuando me siento o me levanto,

de lejos penetras mis pensamientos;

distingues mi camino y mi descanso,

todas mis sendas te son familiares. R.


Tú has creado mis entrañas,

me has tejido en el seno materno.

Te doy gracias,

porque me has escogido portentosamente,

porque son admirables tus obras.

Conocías hasta el fondo de mi alma. R.


No desconocías mis huesos,

cuando, en lo oculto, me iba formando,

y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R.


OREMOS CON EL SALMO

La experiencia de fe lleva al salmista a un diálogo en que se expresa el misterio de Dios y la absoluta dependencia del ser humano respecto de él, y le pide protección y guía. También San Pablo exclama: “¡Qué abismo el de la generosidad, de la sabiduría y de la providencia de Dios! ¡Qué insondables son sus juicios y que insospechables sus caminos!”     


SEGUNDA LECTURA

HECHOS 13,22-26


“Antes de que llegara Cristo, Juan predicó”

En aquellos días, dijo Pablo: "Dios nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: "Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos." Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: "Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias." Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios: a vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación." Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

Este texto es bien interesante, nos presenta una figura que será de suma importancia para la vida cristiana. Es la primera vez que aparece la figura de Pablo lanzando un discurso “cristiano” porque recordemos que todos los anteriores tenían como actor a Pedro y a Pablo como su perseguidor. Pero el contenido principal es el mismo, esta elaboración consta sobre todo de reflexiones sobre el Antiguo Testamento. Se trata de una breve síntesis de la historia de la salvación, indicando algunos de sus hitos, para mostrar que en Jesús culmina ella.

El Bautista parece sin solución de continuidad respecto a sus antecesores, empalmando con ellos.  Es el último eslabón de la acción de Dios para preparar la venida de un Salvador. Por su parte, Jesús es la Palabra de Salvación, y Juan no apunta hacia sí mismo, sino siempre hacia Cristo, tal como dice la  tradición sobre Juan el Bautista.


LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 1,57-66.80


“El nacimiento de Juan Bautista. Juan es su nombre”

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: "¡No! Se va a llamar Juan." Le replicaron: "Ninguno de tus parientes se llama así." Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. El pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre." Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: "¿Qué va ser este niño?" Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.  Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

El evangelio nos presenta el nacimiento de Juan rodeado de signos extraordinarios. Zacarías, su padre, recibe el encargo de cuidarlo en una revelación que tiene en el Templo.  En ese texto se señala la vocación profética de Juan y el motivo de su nombre: Dios se apiadará de su pueblo y le enviará un mensajero que lo conduzca por el camino que lleva al encuentro con Dios. La misión del Bautista servirá de marco a la acción evangelizadora de Jesús, quien retomará el llamado a la conversión y preparará una comunidad para la irrupción definitiva del Reino. Así se configura y perfila la auténtica vocación de Juan, que denuncia las contradicciones de su tiempo y anuncia la esperanza de un ungido de Dios que habrá de transformar radicalmente la situación del pueblo.

En el nacimiento de Juan se cumple lo anunciado a Zacarías y se hace realidad la promesa. La esterilidad de unos padres, vencida por el nacimiento de un hijo, es fuente de alegría, jubilo y regocijo que envuelve y contagia a vecinos y parientes, como ya lo había predicho el mensajero de Dios.  En la narración del nacimiento, Lucas matiza dos aspectos importantes: el de la misericordia de Dios que se manifiesta en favor del pueblo, al quitar la esterilidad que pesaba sobre Isabel y por otra parte, el significado del nombre de Juan («Dios ha mostrado su favor»), con el cual se subraya la presencia de la misericordia Divina, que recae no sólo sobre una persona en particular, Isabel en este caso, sino que alcanza a la totalidad del pueblo.

Reiteramos esta fiesta nos invita a reflexionar sobre la compasión, la misericordia y la generosidad divina, que caracterizan este nuevo período de la historia de la salvación que comienza a manifestarse con el nacimiento de Juan Bautista. Misericordia sin límites y sin medida, que engrandece y libera, que es signo de vida porque rescata a unos ancianos de la muerte por causa de la esterilidad. Además, el Evangelio nos interpela sobre nuestra experiencia de la misericordia de Dios, sobre la manera como la estamos haciendo explícita en gestos y actitudes: acogida, solidaridad con los rechazados, invitación a todos aquellos que desean un mundo nuevo “según el corazón de Dios” a comprometerse en la construcción del mismo. ¿Reflexionemos cuál es nuestra misión con respecto al anuncio de la presencia definitiva de Dios en nuestras vidas? 


ORACIÓN

Gracias Buen Dios, porque a través de los tiempos continúas caminando con tu pueblo escogido en el pasado y en el presente. Quienes hemos aceptado tu llamado  y permanecemos unidos a ti podemos ver que cumples tus promesas de liberarnos de nuestras propias ataduras, nos has tratado con amor y misericordia, nos has mostrado tu favor, como lo hiciste con Isabel y Zacarías venciendo la esterilidad, con un mensajero y profeta como Juan el Bautista, te pedimos tomes también nuestras esterilidades, y tomes nuestras vidas y tomes nuestro corazón para construir un mundo nuevo a partir de la propuesta de Jesús. Amén.


“Renunciemos a las pretensiones de grandeza y a nuestros intereses egoístas, para dejar crecer al Señor en nuestro corazón y que sus planes se hagan realidad”

sábado, 23 de junio de 2018

Evangelio del Dia



Sábado 23 de Junio de 2018


 “NO OLVIDAR LAS BENDICIONES NI LA MISERICORDIA DEL SEÑOR”


PRIMERA LECTURA

2CRÓNICAS 24, 17-25

“Zacarías, al que matasteis entre el santuario y el altar”

Cuando murió Yehoyadá, las autoridades de Judá fueron a rendir homenaje al rey, y éste siguió sus consejos; olvidando el templo del Señor, Dios de sus padres, dieron culto a las estelas y a los oídos. Este pecado desencadenó la cólera de Dios contra Judá y Jerusalén. Les envió profetas para convertirlos, pero no hicieron caso de sus amonestaciones. Entonces el espíritu de Dios se apoderó de Zacarías, hijo del sacerdote Yehoyadá, que se presentó ante el pueblo y le dijo: "Así dice Dios: ¿Por qué quebrantáis los preceptos del Señor? Vais a la ruina. Habéis abandonado al Señor, y él os abandona."

Pero conspiraron contra él y lo lapidaron en el atrio del templo por orden del rey. El rey Joás, sin tener en cuenta los beneficios recibidos de Yehoyadá, mató a su hijo, que murió diciendo: "¡Que el Señor juzgue y sentencie!"

Al cabo de un año, un ejército de Siria se dirigió contra Joás, penetró en Judá, hasta Jerusalén, mató a todos los jefes del pueblo y envió todo el botín al rey de Damasco.

El ejército de Siria era reducido, pero el Señor le entregó un ejército enorme, porque el pueblo había abandonado al Señor, Dios de sus padres. Así se vengaron de Joás. Al retirarse los sirios, dejándolo gravemente herido, sus cortesanos conspiraron contra él para vengar al hijo del sacerdote Yehoyadá. Lo asesinaron en la cama y murió. Lo enterraron en la Ciudad de David, pero no le dieron sepultura en las tumbas de los reyes.

 Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

Los hechos de la primera lectura, aunque un poco confusos y distantes, nos prestan un servicio notable: nos dejan ver el rostro de  la obstinación y rebeldía del hombre que no quiere escuchar la voz de Dios. Ver este rostro, aun desagradable y repugnante como pueda ser, es bueno porque nos ayuda a identificar y evitar las raíces de esos mismos males.

Zacarías habla de parte de Dios y por ello es odiado, porque su voz se ha vuelto indistinguible de la voz del Señor. Es la grandeza inmensa y el inmenso riesgo del profeta: su palabra, una vez atada a Dios, lo ata a él mismo a la acogida o el rechazo que se dé a Dios mismo. En el caso de Zacarías, esto implicó dar su propia vida.


SALMO RESPONSORIAL: 88

R. / "Le mantendré eternamente mi favor".


Sellé una alianza con mi elegido,

jurando a David, mi siervo:

"Te fundaré un linaje perpetuo,

edificaré tu trono para todas las edades." R.


"Le mantendré eternamente mi favor,

y mi alianza con él será estable;

le daré una posteridad perpetua

y un trono duradero como el cielo." R.


"Si sus hijos abandonan mi ley

y no siguen mis mandamientos,

si profanan mis preceptos

y no guardan mis mandatos." R.


"Castigaré con la vara sus pecados

y a latigazos sus culpas;

pero no les retiraré mi favor

ni desmentiré mi fidelidad." R.

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo es una lamentación con ocasión de la derrota sufrida por la nación y por la humillación del rey, que parecen contradecir las promesas hechas a David y sus descendientes. Como parte de la historia de salvación, las vicisitudes del pueblo de Israel, hace parte de nuestra propia historia y nos ayudan a comprender mejor los caminos de Dios.

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 6, 24-34

“No os agobiéis por el mañana”


En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso al segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan, y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?

¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y yo os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso.

Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.

Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

Es natural que nos preocupemos por el mañana. La especie humana ha sobrevivido en gran parte precisamente por esa extraordinaria capacidad de previsión; desde el ama de casa que cultiva con esmero su huerta en previsión de malas cosechas o de falta de empleo, hasta las grandes potencias mundiales que anticipan los futuros desarrollos tecnológicos. Todos, sin excepción, basan su seguridad inmediata o a largo plazo en la capacidad de anticipar lo que pueda ocurrir. Sin embargo, detrás de esto puede anidar una falsa seguridad que de repente se transforma en un ave rapaz, dispuesta a arrancarnos los ojos. Aunque tengamos capacidad de previsión y nos preparemos para lo inesperado, no podemos controlar el futuro. El mundo por venir es todavía una posibilidad que nunca estará completamente determinada. ¿Qué nos queda entonces? Desplazar nuestras seguridades hacia nuestras propias convicciones, reconocer el valor de nuestras experiencias, particularmente de nuestra experiencia espiritual, de nuestra confianza en el Señor, de preocuparnos de la verdadera riqueza, la riqueza del Señor, de  ir forjando y formando el Reino de Dios en la tierra y la certeza de que lo demás vendrá por añadidura. 

Recordemos también que  sólo si valoramos el presente y recuperamos la memoria del pasado tendremos la capacidad necesaria para valorar las novedades del futuro.


ORACIÓN

Padre providente, ayúdanos a depender más de ti, de tus bendiciones que de nosotros mismos. Es difícil cuando para cubrir las necesidades básicas se necesita exclusivamente del mecanismo creado por los seres humanos, el dinero. Por eso quienes hemos percibido desde tu Palabra un proyecto de vida solidario, vivimos no buscando riqueza, ni sintiéndonos pobres, sino agradecidos con lo que tenemos, y confiando en tu gran ayuda para obtener lo necesario y poderlo compartir. Amén.

“Si dejamos de lado a Dios, con seguridad obtendremos experiencias amargas al decidir”

viernes, 22 de junio de 2018




Viernes 22 de Junio de 2018

“¿CUÁLES SON MIS TESOROS?”


PRIMERA LECTURA

2REYES 11, 1-4. 9-18. 20


“Ungió a Joás, y todos aclamaron: ¡Viva el rey!”


En aquellos días, cuando Atalía, madre del rey Ocozías, vio que su hijo habla muerto, empezó a exterminar a toda la familia real. Pero cuando los hijos del rey estaban siendo asesinados, Josebá, hija del rey Jorán y hermana de Ocozías, raptó a Joás, hijo de Ocozías, y lo escondió con su nodriza en el dormitorio; así, se lo ocultó a Atalía y lo libró de la muerte. El niño estuvo escondido con ella en el templo durante seis años, mientras en el país reinaba Atalía.

El año séptimo, Yehoyadá mandó a buscar a los centuriones de los Carios y de la escolta; los llamó a su presencia, en el templo, se juramentó con ellos y les presentó al hijo del rey.

Los centuriones hicieron lo que les mandó el sacerdote Yehoyadá; cada uno reunió a sus hombres, los que estaban de servicio el sábado y los que estaban libres, y se presentaron al sacerdote Yehoyadá. El sacerdote entregó a los centuriones las lanzas y los escudos del rey David, que se guardaban en el templo.

Los de la escolta empuñaron las armas y se colocaron entre el altar y el templo, desde el ángulo sur hasta el ángulo norte del templo, para proteger al rey. Entonces Yehoyadá sacó al hijo del rey, le colocó la diadema y las insignias, lo ungió rey, y todos aplaudieron, aclamando: "¡Viva el rey!" Atalía oyó el clamor de la tropa y se fue hacia la gente, al templo.

Pero, cuando vio al rey en pie sobre el estrado, como es costumbre, y a los oficiales y la banda cerca del rey, toda la población en fiesta y las trompetas tocando, se rasgó las vestiduras y gritó: "¡Traición, traición!"

El sacerdote Yehoyadá ordenó a los centuriones que mandaban las fuerzas: "Sacadla del atrio. Al que la siga lo matáis." Pues no quería que la matasen en el templo. La fueron empujando con las manos y, cuando llegaba a palacio por la puerta de las caballerizas, allí la mataron.

Yehoyadá selló el pacto entre el Señor y el rey y el pueblo, para que éste fuera el pueblo del Señor. Toda la población se dirigió luego al templo de Baal; lo destruyeron, derribaron sus altares, trituraron las imágenes, y a Matan, sacerdote de Baal, lo degollaron ante el altar.

El sacerdote Yehoyadá puso guardias en el templo. Toda la población hizo fiesta, y la ciudad quedó tranquila. A Atalía la habían matado en el palacio.

  Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

El pasaje de la muerte de Atalía no sólo es sombrío y violento, sino que su final nos deja pensando por la manera brutal como parece que se alcanza una solución. El mensaje es en realidad sencillo: esta mujer usurpa el trono a punta de espada y sangre, y finalmente es víctima de la misma espiral de violencia que ha iniciado. Ella quiere eliminar todo heredero de la Casa de David, pero la acción rápida y precisa de otra mujer, Josebá, logra salvar, escondiéndolo, al legítimo heredero, el pequeño Joás. En un final dramático, que es el que hemos oído, la iniquidad de Atalía produce un revuelto que encuentra inmediato soporte en el pueblo. Ese mismo pueblo luego siente paz, al deshacerse de la usurpadora.


Esta clase de hechos  nos recuerdan varias cosas. Ante todo, que Dios prosigue su plan aunque los malvados crean que tienen dominado todo. También, que en el fondo la gente tiene el sentido de la fe, el sentido para reconocer quién le habla o gobierna de parte de Dios, y quién en cambio está sirviéndose de las cosas y la obra de Dios en propio provecho.


SALMO RESPONSORIAL: 131

R. / El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella.


El Señor ha jurado a David

una promesa que no retractará:

"A uno de tu linaje

 pondré sobre tu trono." R.


"Si tus hijos guardan mi alianza

y los mandatos que les enseño,

también sus hijos, por siempre,

se sentarán sobre tu trono." R.


Porque el Señor ha elegido a Sión,

ha deseado vivir en ella:

"Esta es mi mansión por siempre,

aquí viviré porque la deseo." R.


"Haré germinar el vigor de David,

enciendo una lámpara para mi Ungido.

A sus enemigos los vestiré de ignominia,

 sobre él brillará mi diadema." R.


OREMOS CON EL SALMO

Este es un cántico litúrgico que celebra las promesas hechas a David, la elección de Jerusalén como sede del templo y consagración de este como lugar para el arca de la alianza, símbolo de la presencia de Dios en medio de su pueblo. La presencia definitiva de Dios en medio de los seres humanos se realiza en Jesucristo. La nueva Jerusalén es la comunidad de seguidores, que constituyen el cuerpo de Cristo o Iglesia. 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 6, 19-23


“Donde está tu tesoro, allí está tu corazón”


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coman, ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque dónde está tu tesoro, allí está tu corazón.

La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!"

Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

La literatura está plagada de relatos de personas que descubren un tesoro y dejan todo por alcanzarlo. Casi siempre es algún misterioso secreto del universo. Jesús conocía la fuerza de esos sueños infantiles y por eso nos propone un desafío: descubrir el tesoro oculto que es el Reino de Dios. Ese desafío nos puede conducir a descubrir una nueva dimensión de la vida, en la que las seguridades más imperiosas de la cultura como son la riqueza, el prestigio y el poder cedan ante el amor, la justicia y la gracia. ¿Qué podemos tener y qué debemos elegir para alcanzar aquello que deseamos?. El evangelio nos indica el camino al recordarnos que debemos cambiar la mirada. Sólo una mirada limpia, un ojo abierto, una mente transformada por la enseñanza de Jesús es capaz de descubrir el tesoro, donde las demás personas sólo ven pobreza, opresión y limitaciones. ¿Qué podemos dar a cambio de la vida? Únicamente la vida misma. Una vida conducida por el Señor, por los valores más altos, pero al mismo tiempo, siempre atenta a la dura realidad humana y dispuesta a aceptar los propios límites y errores. La enseñanza de Jesús es un tesoro oculto que sólo podremos descubrir entrenando nuestro ojo en la espiritualidad.


ORACIÓN

Tu Palabra nos muestra hoy como  continuas dándonos claves de vida. Es más importante enriquecer nuestro corazón para realizar actos de amor, que estar buscando lo superficial y que no necesitaremos cuando sea la hora de partir de este mundo. Ayúdanos a estar en constante comunión con tu Espíritu que nos ilumina para abrir la conciencia y no vivir en oscuridad. Amén.

“Que nuestro corazón sea pobre y libre de egoísmos, para que despejado de todo lo material, pueda servirle a Dios en el servicio a nuestro prójimo”

jueves, 21 de junio de 2018

Evangelio del Día



                             Jueves 21 de Junio de 2018


                              “UNA ORACIÓN EJEMPLAR”


PRIMERA LECTURA

ECLESIÁSTICO 48, 1-15

“Elías fue arrebatado en el torbellino, y Eliseo recibió dos tercios de su espíritu”


Surgió Elías, un profeta como un fuego, cuyas palabras eran horno encendido. Les quitó el sustento del pan, con su celo los diezmó; con el oráculo divino sujetó el cielo e hizo bajar tres veces el fuego.   ¡Qué terrible eras, Elías!; ¿quién se te compara en gloria?  Tú resucitaste un muerto, sacándolo del abismo por voluntad del Señor; hiciste bajar reyes a la tumba y nobles desde sus lechos; ungiste reyes vengadores y nombraste un profeta como sucesor.

Escuchaste en Sinaí amenazas y sentencias vengadoras en Horeb.   Un torbellino te arrebató a la altura; tropeles de fuego, hacia el cielo.

Está escrito que te reservan para el momento de aplacar la ira antes de que estalle, para reconciliar a padres con hijos, para restablecer las tribus de Israel.  Dichoso quien te vea antes de morir, y más dichoso tú que vives.  Elías fue arrebatado en el torbellino, y Eliseo recibió dos tercios de su espíritu.  En vida hizo múltiples milagros y prodigios, con sólo decirlo; en vida no temió a ninguno, nadie pudo sujetar su espíritu; no hubo milagro que lo excediera: bajo él revivió la carne; en vida hizo maravillas y en muerte obras asombrosas.   

Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

 El libro del Eclesiástico en este capítulo nos quiere hacer una relectura del ministerio o servicio del profeta Elías, realizando un resumen de los hechos más importantes que este realizó. Este texto escrito aproximadamente en el siglo IV A.C. quiere a través de la figura de Elías dar fuerza y valor al ministerio de todos los profetas, animarlos para que sigan llevando adelante su obra de “Anunciar, denunciar y comprometerse con las necesidades del pueblo”. En este texto se menciona también a su discípulo Eliseo, quien quedo lleno del Espíritu Santo, cuando Elías fue arrebatado al cielo. Es la relectura que se hace de la historia de un hombre y de un pueblo con los ojos de Dios; detrás de este hombre (El profeta de fuego), Dios estaba actuando,  por eso en vida Elías hizo grandes prodigios y después de muerto obras admirables.  


SALMO RESPONSORIAL: 96

R./  Alegraos, justos, con el Señor


El Señor reina, la tierra goza,

se alegran las islas innumerables.

Tiniebla y nube lo rodean,

justicia y derecho sostienen su trono. R.


Delante de él avanza fuego,

abrasando en torno a los enemigos;

sus relámpagos deslumbran el orbe,

y, viéndolos, la tierra se estremece. R.


Los montes se derriten como cera

ante el dueño de toda la tierra;

los cielos pregonan su justicia,

y todos los pueblos contemplan su gloria. R.


Los que adoran estatuas se sonrojan,

los que ponen su orgullo en los ídolos;

ante él se postran todos los dioses. R.


OREMOS CON EL SALMO

Este salmo es un himno de alabanza a la realeza de Dios, quien manifiesta su grandeza en los fenómenos naturales y en los juicios de la historia. Se anuncia la venida de la luz para los justos. Es la luz anunciada es Cristo, que al venir a este mundo ilumina a toda la humanidad.

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 6, 7-15

“Ustedes oren asi”

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando recéis no uséis muchas palabras, como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que se lo pidáis.

Vosotros rezad así: Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; danos hoy el pan nuestro; perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido; no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno. Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.   Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La oración del ‘Padrenuestro’ se ha convertido, por muy buenas razones, en el estandarte del cristiano. En su versión más larga aparecen una invocación y siete plegarias que condensan todas las convicciones cristianas. Lo primero es reconocer a Dios como ‘Padre’. Esta experiencia filial transforma todas nuestras expectativas, porque ya no somos sólo especie o raza, sino que somos una familia universal. Las tres primeras plegarias nos recuerdan la tarea de santificación que se realiza cotidianamente en la vida cristiana. Santificarse es acercarse con confianza a Dios reconociendo que Él nos conoce más y mejor de lo que nosotros mismos nos conocemos. Es, también, comprometernos para que sea él quien gobierne nuestras decisiones e instaure su Reino entre nosotros. Es aceptar su voluntad, aunque casi siempre sobrepase nuestro entendimiento. Reconocer a Dios como Padre es dar las gracias por el alimento cotidiano y evitar que se pudra en nuestros congeladores o que se devalúe en nuestras cuentas bancarias. Casi todo lo que necesitamos para ser felices está a una distancia menor que la extensión de nuestros brazos. Allí están las personas que amamos, el alimento que necesitamos y hasta  la voz de la otra persona distante que se comunica con nosotros. Roguemos a Dios, para que nos envíe su Espíritu Santo, para que podamos entender cada vez mejor estos textos, para que podamos vivirlos y para que sean la oración que palpita en todos nuestros  corazones.

ORACIÓN

Señor, si tan solo comprendiéramos la magnitud de la oración que nos enseñaste y la interiorizáramos a la luz del Espíritu entenderíamos porque es tu amor tan grande hacia el Padre y de Él hacia todas sus creaturas. Ayúdanos a no repetirla por repetirla, sino a partir de ella entablar la comunión con el Dios cercano, Padre y Madre que nos conoce y desea lo mejor para nuestra vida. Amén  

“Que nuestra oración no sea con mucha palabrería sino con la fe y la acción de un corazón que se siente hijo(a) de Dios Padre”