lunes, 26 de junio de 2017

EVANGELIO DE HOY

Reflexión

Con este ejemplo, Jesús nos enseña cómo se ha de hacer y en qué consiste la "corrección fraterna". La primera cosa que debemos entender es que nosotros estamos llenos de defectos, muchas veces más grandes que los de nuestros propios hermanos. Esto nos ha de hacer humildes para no juzgar a los demás por sus debilidades e imperfecciones, superando el pensamiento de que nosotros somos mejores.

Sin embargo, esto no quiere decir que no los podamos ayudar, o que primero debamos resolver nuestros propios problemas antes de poder empezar a ayudar a nuestros hermanos; significa, que la ayuda ha de ser hecha, primero, sabiendo que no podemos ver bien y, segundo, que la ayuda debe ser hecha con mucha caridad; pensemos en lo delicado que debemos de ser para ayudar a una persona a sacar una basurita del ojo.

Estos son los dos elementos que debemos de tener en cuenta cuando verdaderamente queremos ayudar a nuestros hermanos a ser mejores, a superar sus imperfecciones, sus faltas. Para resolver nuestros problemas y superar nuestras debilidades, necesitamos de la ayuda de los demás, sin embargo, ésta ha de ser hecha con mucha caridad, prudencia, paciencia y delicadeza, pues en esto nos reconocerán verdaderamente como hermanos.

SHALOM

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