viernes, 30 de junio de 2017


Reflexión

Este es uno de los ejemplos de lo que significa reconocer realmente quién es Jesús. El leproso de nuestro pasaje, sabe con certeza que Jesús "puede" curarlo. Si bien no podemos decir que ya hubiera reconocido que él era Dios, ha visto en él la presencia poderosa de Dios; por ello le dice: "Si tú quieres".

Es importante, entonces, que nosotros, de cuando en cuando, nos preguntemos de nuevo ¿Cuál es la imagen que nos hemos formado de Jesús? ¿Es para nosotros verdaderamente Dios, el Dios verdadero para quien NADA es imposible? La respuesta es importante pues si verdaderamente consideramos a Jesús, al que proclamamos como nuestro Señor, verdaderamente Dios, entonces su palabra tiene poder, sus promesas se realizan, su presencia es verdadera, todos los días, junto a nosotros, su Cuerpo y su Sangre están presentes en todos los altares.

Si lo reconocemos como verdadero Dios, nuestro trato con él estará basado en la confianza amorosa, pues sabremos que "si él quiere", todo cuanto nos parece necesario nos será dado para testimonio de su amor entre nosotros. Pongamos nuestras necesidades ante él diciendo con humildad: "Señor, si tú quieres".

SHALOM!

jueves, 29 de junio de 2017



REFLEXIÓN

La “confesión” de fe de Pedro: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”, pone el fundamento de la Iglesia (solidez y unidad), y la experiencia de Pablo: “El Señor me asistió y me dio fuerzas para que por mi medio se lleve a cabo la proclamación”, la extiende por todo el mundo. Pedro y Pablo son dos cristianos en los que debemos mirarnos con frecuencia. Ambos tuvieron sus fracasos personales y ambos siguieron tan fielmente a Cristo hasta hacerlo visible en el mundo, acercando a Él a todos aquellos a quienes dio testimonio del Evangelio.

¿En qué modo puedo ser también “fundamento” de la fe cristiana? ¿Estamos nosotros también dispuestos a darlo todo por el Evangelio?

ORACIÓN: Padre Dios, que con nuestra vida y en nuestro diario vivir aprendamos saber dar razón de la fe que profesamos en el Señor Jesús.

Amén.

SHALOM

miércoles, 28 de junio de 2017


Reflexión


Hay hermanos a los que les gusta "aparentar" y hacerse pasar como personas muy piadosas mediante actos puramente externos, siendo que estos actos externos deben ser un claro reflejo de lo que se vive interiormente. El cristianismo, por el hecho de ser un estilo de vida centrado en el Evangelio, no puede ser disimulado.

Los frutos, es decir, lo que emerge naturalmente de la persona en situaciones cotidianas, manifiestan en realidad lo que se es. Si somos cristianos, esto se debe notar en nuestra manera de vestir, de hablar, de reaccionar y, sobre todo, de amar y servir.

Nuestro trato diario con las personas con las que convivimos, debe estar impregnado del "buen aroma de Cristo"; nuestra solicitud para ayudar a los necesitados, debe ser movida, no por intereses personales, sino por compasión, como quien ve en el hermano necesitado, al mismo Jesús que dijo: "Cuando lo hiciste por uno de mis hermanos lo hiciste por mí"; nuestra apariencia diaria debe manifestar que somos templo del Espíritu. Si verdaderamente eres discípulo de Jesús, deja que él se transparente en tu vida siendo congruente entre lo que crees y lo que vives.

SHALOM!


martes, 27 de junio de 2017


REFLEXIÓN

El “camino” para seguir a Jesús es estrecho, pero vale la pena. En un mundo como el de hoy, donde la corriente arrastra con gran fuerza en dirección opuesta, empeñarse por recorrer este camino parece cosa de locos. Con frecuencia elegimos el camino del mundo: el que promete el gozo de placeres, el triunfo humano, el poseer y el aparecer. Pese a ello, Jesús no deja de asistirnos en la elección más difícil, no nos abandona jamás. Sufrir en silencio la injusticia, saber perdonar y no juzgar nunca, pagar bien con mal, vivir con generosidad, colaborando con los necesitados... todo esto es seguir el camino estrecho. Y lo podremos realizar si tenemos a Jesús en el corazón. Él es el camino, puerta estrecha siempre abierta, posible de seguir, pues sabemos que encontrándole a Él lo tenemos todo.

Jesús nos dice: “Traten a los demás como quieren que los demás los traten”. ¿Cómo estamos viviendo este mandato?

ORACIÓN: Señor Jesús, perdona nuestras faltas de caridad para con el hermano, y danos espíritu de libertad para ser verdaderos testigos de tu amor.

Amén
PRIMERA LECTURA
Que no haya pleitos entre tú y yo, pues somos hermanos.
Del libro del Génesis 13, 2.5-18 
Abrán era muy rico en ganado, plata y oro. También Lot, que acompañaba a Abrán, poseía ovejas, vacas y tiendas. La tierra no era suficiente para los dos y ya no podían vivir juntos, porque sus rebaños habían aumentado mucho. Hubo pleitos entre los pastores de Abrán y los de Lot. (Además, los cananeos y los perezeos habitaban por entonces en el país).
Entonces Abrán le dijo a Lot: “Que no haya pleitos entre tú y yo ni entre nuestros pastores, pues tú y yo somos hermanos. Tienes todo el país por delante. Sepárate de mí. Si te vas por la izquierda, yo me iré por la derecha; y si tú tomas la derecha, yo tomaré la izquierda”.
Lot levantó los ojos y vio que todo el valle del Jordán, hasta llegar a Soar, era de regadío (esto sucedía antes de que el Señor destruyera a Sodoma y Gomorra); era como el paraíso o como la región fértil de Egipto. Entonces Lot escogió todo el valle del Jordán y se trasladó al oriente, y así se apartaron el uno del otro. Abrán se estableció en Canaán, y Lot en las ciudades del valle, donde plantó sus tiendas hasta Sodoma. Los habitantes de Sodoma eran malvados y pecaban gravemente contra el Señor.
Después de que Lot se separó, el Señor le dijo a Abrán: “Alza tus ojos y, desde el lugar en donde estás, mira hacia el norte y el sur, hacia el oriente y el poniente. Pues bien, toda la tierra que ves te la voy a dar a ti y a tus descendientes para siempre. Voy a hacer a tu descendencia tan numerosa como el polvo de la tierra: el que pueda contar el polvo de la tierra, podrá contar a tus descendientes. Anda, recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque te lo voy a dar a ti”.
Y Abrán fue a plantar sus tiendas en el encinar de Mambré, en Hebrón y construyó ahí un altar al Señor.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 
Del salmo 14

R/. ¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
El hombre que procede honradamente / y obra con justicia; / el que es sincero en todas sus palabras / y con su lengua a nadie desprestigia. R/.
Quien no hace mal al prójimo / ni difama al vecino; / quien no ve con aprecio a los malvados, / pero honra a quienes temen al Altísimo. R/.
Quien presta sin usura / y quien no acepta soborno en perjuicio de inocentes, / ése será agradable / a los ojos de Dios eternamente. R/.

EVANGELIO
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes.
Del Evangelio según san Mateo 7, 6.12-14 
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No den a los perros las cosas santas ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes y los despedacen.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resumen la ley y los profetas.
Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y amplio el camino que conduce a la perdición, y son muchos los que entran por él. Pero, ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que conduce a la vida, y qué pocos son los que lo encuentran!”.
Palabra del Señor.

 
HACER EL BIEN QUE ESPERAMOS
Verdad: Cuando el proceder del ser humano es justo y honesto el Señor lo bendice y multiplica sus beneficios. Son las buenas obras y los actos generosos los que conmueven y agradan a Dios. Somos su heredad, donde desea construir su Reino, plantar su viña y cultivar sus dones para crear un mundo mejor, sin divisiones, sin avaricias por poseer la tierra y las riquezas. Una tierra bendecida alcanza para todos. Aquí podemos vivir como hermanos, con solidaridad y justicia, sin distinción de razas o religión. Porque su voluntad es que cada uno viva de manera digna y en armonía.
El “camino” para seguir a Jesús es estrecho, pero vale la pena. En un mundo como el de hoy, donde la corriente arrastra con gran fuerza en dirección opuesta, empeñarse por recorrer este camino parece cosa de locos. Con frecuencia elegimos el camino del mundo: el que promete el gozo de placeres, el triunfo humano, el poseer y el aparecer. Pese a ello, Jesús no deja de asistirnos en la elección más difícil, no nos abandona jamás. Sufrir en silencio la injusticia, saber perdonar y no juzgar nunca, pagar bien con mal, vivir con generosidad, colaborando con los necesitados... todo esto es seguir el camino estrecho. Y lo podremos realizar si tenemos a Jesús en el corazón. Él es el camino, puerta estrecha siempre abierta, posible de seguir, pues sabemos que encontrándole a Él lo tenemos todo.
Camino: Jesús nos dice: “Traten a los demás como quieren que los demás los traten”. ¿Cómo estamos viviendo este mandato?
Vida: Señor Jesús, perdona nuestras faltas de caridad para con el hermano, y danos espíritu de libertad para ser verdaderos testigos de tu amor.
Amén

lunes, 26 de junio de 2017

EVANGELIO DE HOY

Reflexión

Con este ejemplo, Jesús nos enseña cómo se ha de hacer y en qué consiste la "corrección fraterna". La primera cosa que debemos entender es que nosotros estamos llenos de defectos, muchas veces más grandes que los de nuestros propios hermanos. Esto nos ha de hacer humildes para no juzgar a los demás por sus debilidades e imperfecciones, superando el pensamiento de que nosotros somos mejores.

Sin embargo, esto no quiere decir que no los podamos ayudar, o que primero debamos resolver nuestros propios problemas antes de poder empezar a ayudar a nuestros hermanos; significa, que la ayuda ha de ser hecha, primero, sabiendo que no podemos ver bien y, segundo, que la ayuda debe ser hecha con mucha caridad; pensemos en lo delicado que debemos de ser para ayudar a una persona a sacar una basurita del ojo.

Estos son los dos elementos que debemos de tener en cuenta cuando verdaderamente queremos ayudar a nuestros hermanos a ser mejores, a superar sus imperfecciones, sus faltas. Para resolver nuestros problemas y superar nuestras debilidades, necesitamos de la ayuda de los demás, sin embargo, ésta ha de ser hecha con mucha caridad, prudencia, paciencia y delicadeza, pues en esto nos reconocerán verdaderamente como hermanos.

SHALOM